Del voto "en tránsito" en la capital del estado
Acudir a votar lejos de casa, implica plantarte desde temprano en una de las 15 casillas especiales instaladas en la capital y las más de 150 por todo el territorio poblano.
Decenas arribaron, a las 6:45 de la mañana o antes, a la que estaba ubicada en el Centro Escolar Niños Héroes de Chapultepec, en el concurrido Bulevar 5 de Mayo.
Desde que llegaron al lugar, había dudas y poca claridad sobre la elección, pero el ánimo de participación estaba desbordado.
Los primeros 50 de la fila eran una fiel estampa de lo que es nuestro pais: 4 jóvenes (amigos al parecer) que todavía portaban ropa deportiva, señoras de la tercera edad, una de ellas con dificutad para moverse, dos señores, uno que refunfuñó desde el primer al último minuto que estuvo en espera, 3 monjas, una de ellas con un cuadro de una santa, algunas personas listas para acudir a sus centro de trabajo, oficinistas, un señor fumando en medio de la fila y unos 10 jóvenes que evidenciaron que era su primera vez al acudir a sufragar.
La fila a las 7:30 era ya de unas 300 personas y ya lucía importante, el clima temprado hizo menos afanosa la espera.
Dieron las 8 de la mañana y no había noticias de las casillas, dos especiales en donde podrían votar hasta 2 mil personas, si alcanzaban boletas para emitir su voto.
Comenzaron las preguntas y el descontento por la espera, algunos otros aguardaban callados y todos atentos a que nadie buscara meterse en la fila o colarse para pasar antes.
A las 8:45 llegaron las primeras noticias, el presidente de la casilla de nombre Héctor o Mario, había incumplido con su compromiso y los funcionarios que estaban adentro estaban tomando las riendas de la votación.
Fue así que poco a poco comenzaron a pasar, en grupos de 5, con dos filas, con preferencia para las personas de la tercera edad para llegar a una casilla.
Ahí estaban ellos, un señor de 40-45 años recabando la información de las credenciales, un par de hombres mayores tomando la rienda del reparto de las boletas y el sellado de las mismas. Dos chicas de menor edad y una señora, estaban muy atentas en marcar las credenciales y en colocar tinta en el dedo como señal de que ya habías votado.
Al salir, pocos les daban las gracias, casi nadie se detenía a feliciarlos o a agradeceres el esfuerzo por hacer la democracia válida para todos.
Un joven se despidió de mano de cada uno de ellos y el de atrás lo secundó, les dijeron que estaban agradecidos, que tuvieran mucho ánimo y que la jornada fuera lo mejor psible para todos ellos.
El señor mayor se levantó y sonrió, luego dijo: Quedo muy agradecido.
Hay miles de historias hoy, como las de estos 6 héroes desconocidos de los que queda una foto de recuerdo.
Después de tanta presión y apuraciones para iniciar su loable labor, habría que reconocerles de algún modo, su desempeño y su tiempo, son uno más de nosotros, pero hoy vestidos como héroes sin capa para salvar la jornada electoral de este domingo.
@Olmosrcos_
