Ecosistema digital escribe Carlos Miguel Ramos Linares
Se trata de la generación Alfa, decendiente de los Millenials, nacidos cuando el iPad se encontraba en su máximo apogeo en el mercano, probablemente entablaron conversaciones con Siri o Alexa. Durante su preescolar se popularizó las impresoras 3D y vieron nacer y morir a las gafas inteligentes de Google.
En su infancia, muy probablemente consumían, desde ser simples espectadores hasta prosumidores; videojuegos inmersivos como Fortnite. Conocieron la expansión del 6G y el debate sobre la privacidad de datos y el reconocimiento facial y biométrico. Sus padres, millenials, cuentan con empleos del nuevo siglo como ingeniería en realidad virtual, aumentada o mixta.
La generación alfa está familiarizada con mantener una conversación con inteligencia artificial como los chatbots, disfrutan de los dispositivos IoT y solo conocen la información en tiempo real consumida desde plataformas sociodigitales. Utilizan ChatGPT como ayuda o no, en la realización de sus tareas escolares; un debate muy álgido con respecto de la integridad académica.
Pese a esto, la presencia omnipresente de la inteligencia artificial en la vida diaria de los Alfas desde temprana edad, anticipa una simbiosis humano-computadora muy arraigada. Esta ecuación es capaz de permear sus relaciones sociales desde una edad muy temprana, lo que quizá lo dote de habilidades y competencias facilitadoras de tareas que para otras generaciones eran más complejas.
Mientras la generación X, criada en medio de cambios tecnológicos significativos, experimentó la transición de lo analógico a lo digital a lo largo de sus vidas, generando una cantidad considerable de desechos tecnológicos en el proceso. Los Millennials, por otro lado, estuvieron inmersos en la tecnología, siendo maestros de las redes sociales y viendo los avances tecnológicos como mejoras constantes. Sin embargo, para los Centennials o Generación Z, la tecnología móvil fue fundamental, y están acostumbrados a la personalización y a la exposición temprana de la tecnología digital, aunque también enfrentan desafíos como el ciberacoso.
Los Alfas, recibiendo sus primeros teléfonos celulares a una edad muy temprana, para cambiar el llanto por pantallas. Si un millenial o Z sufría de hiperconexión; un alfa fue criado con la tecnología. Es decir, la tecnología es su aliciente liberador de dopamina cuando se encuentra en un estado emocional complicado.
Algunos autores aseguran que la generación Alfa, será capaz de alcanzar el siguiente nivel de la inteligencia artificial, y quizá no sólo eso; también sean creadores de nuevas formas comunicativas tecnológicas, nuevas invenciones; que en escencia ayuden a la humanidad en su progreso.
Según un estudio de VML, el 59% de los Alfas quiere trabajar salvando vidas, mientras que el 51% desea emplear la tecnología para marcar una diferencia. Su otra gran preocupación es el cambio climático: según YPulse, el 87% de los adolescentes de 13 a 15 años creen que depende de su generación detenerlo.
A los Alfas por ahora, no les preocupa la libertad, tecnocracia y los efectos de la postmodernidad.
@cm_ramoslinares
