Indignación y memoria   

Indignación y memoria   
Jesús Olmos
Máscaras

Máscaras escribe Jesús Olmos 

El lunes de esta semana amanecimos con la denuncia del panista Mario Riestra por una supuesta amenaza de muerte. El tema se hizo escándalo internacional.

El periódico El País de España, colocó un hilo en X sobre la violencia electoral en México, y remarcó el caso del candidato a gobernar una de las 5 ciudades más importantes del país, siendo víctima de la inseguridad sin freno que azota a México desde hace más de década y media. 

El tema arreció el debate sobre la seguridad en el proceso electoral poblano y abrió la posibilidad de que se tratara de una victimización por parte de los abanderados del Frente Opositor. 

La sucesión de hechos que ocurrieron los días hasta este jueves, hace necesario poner este hecho en perspectiva y así entender dos procesos distintos que corren a la par, el repudio a la clase política tradicional y la intimidación de la que algunos dicen haber sido objeto. 

Los primero en reaccionar fueron Alfonso Bermúdez representante de Morena ante el IEE y luego Alejandro Armenta, candidato a la gubernatura de Puebla, que pedían al panista no intentar sembrar miedo y abrieron la puerta a la versión del supuesto montaje. Equiparando el hecho a lo ocurrido a Claudia Sheinbaum en Chiapas, dijo que la oposición sería capaz de cualquier cosa. 

Del otro lado respondieron el candidato Eduardo Rivera y el magnate Claudio X. González respaldando a su abanderado por la capital. La dirigencia estatal panista fue más allá, pues presentó todo un mapa de riesgo, en el que curiosamente omiten a la capital, sitio donde Acción Nacional es Gobierno y donde ocurrió el amago a Riestra.

Luego vinieron, el comunicado de la Fiscalía General del Estado que advertía las dos versiones del hecho del domingo y finalmente el video donde Alejandro M, desmiente haber proferido alguna amenaza a Riestra.

De ahí llegarían posicionamientos de Morena y del PAN, una guerra cruzada de argumentos y descalificaciones, sobre lo ocurrido y la situación del país. 

En medio de todo este revuelo, los panistas elevaron reclamos por supuestos actos de intimidación y el reduccionismo de sectores a la amenaza de muerte.

Ahora, y de acuerdo a lo denunciado por los propios abanderados del Frente Amplio, cada protesta en su contra supone un acto de intimidación y no el ejercicio de las libertades por parte de los ciudadanos. 

Del otro lado, la indolencia ante una amenaza de muerte, deja una sensación de vacío ante este tipo de situaciones, donde más allá de lo político debe privilegiarse la vida. 

Pero el repudio conseguido por el ex morenovallista no es nada gratuito. Vale la pena recordar que Mario Riestra formaba parte de la estructura estatal panista durante las virulentas elecciones de 2018, con un amargo episodio de violencia en la jornada electoral también en Totimehuacan, además de que se reportaron incidentes en el estacionamiento del Estadio Cuauhtémoc, del mercado Hidalgo, mercado Independencia, y plazas comerciales –Home Depot Angelópolis-.

Riestra guardó silencio ante las decenas de familias presentes en aquellos momentos de angustia y ahora, ellos han hecho valer su voz para evidenciar el panista que fue y lo que busca ahora. 

“Lamento no lograr empatizar con la amenaza contra Riestra, pero, en 2018, el PAN mandó grupos armados a abrir fuego en contra de la ciudadanía ahí, precisamente, en San Francisco Totimehuacan y sus alrededores”, recordó uno de ellos en sus redes sociales. 

También hubo reproches y recuerdos de la manifestación multitudinaria para exigir justicia por los asesinatos, robos de urnas y balaceras, orquestadas desde el mismo escritorio del que ahora el equipo del candidato compartido por el PAN y el PRI, se rasga las vestiduras. 

 

@Olmosarcos_ 

Jesús Olmos