parabolica.mx escribe Fernando Maldonado
La escena difundida en redes sociales este fin de semana debió haber sido la repetición de vivencia repetida con frecuencia entre algunos de los integrantes del equipo cercano al extinto Rafael Moreno Valle como gobernador de Puebla que solía acercar el descompuesto rostro a sus subalternos para escupir: eres un pendejo hijo de tu chingada madre.
Quienes vivieron esa humillación propiciada por el gobernador con aspiraciones presidenciales debían callar por miedo y para conservar el empleo, a diferencia de la protagonizada por el iracundo consultor Rafael Elías, exhibido tomando del rostro a un moreno integrante de la comunidad migrante para gritar en el rostro “pendejo, hijo de tu puta madre”, en el contexto de una desastrosa gira de Xóchitl Gálvez a Nueva York.
Las contradice la versión difundida en medios de la capital del país, cuya autoría es atribuible a otro miembro conspicuo de ese grupo: Maximiliano Cortázar, ex operador de medios en la campaña presidencial de Rafael Moreno Valle.
Hasta el número 680 de Park Avenue de Nueva York llegó el llamado Rey de la Tortilla, Erasmo Ponce, para ingresar a la reunión a la que fue convocado un grupo de personas de perfil empresarial y académico para escuchar a la candidata de la oposición a la presidencia, Xóchitl Gálvez Ruiz en una gélida tarde que alcanzó los 0 grados.
Ponce es un migrante del empobrecido municipio de Chinantla y al igual de millones de poblanos, debió salir de sus tierras en la búsqueda de mejores condiciones de vida por una historia que generaliza la tragedia migratoria: pobreza, ignorancia y mala economía en sus lugares de origen.
El Rey de la Tortilla que todos los días provee de unas 30 toneladas de su producto en aquel país fue de los pocos miembros de la comunidad mexicana llamado al encuentro con la candidata del PAN-PRI-PRD el viernes 1 de febrero, cuyas consecuencias negativas aún acaparan la conversación política en México y Estados Unidos.
Al final decidió abandonar el encuentro en la sede de ese organismo fundado por el magnate David Rockefeller en la década de los 60 para hacer contrapeso a la Revolución Cubana de Fidel Castro. Para las 6 de la tarde ese edificio ya era rodeado de migrantes a quienes en nuestro país se les ha querido etiquetar como militantes de Morena y acarreados.
Muchos de los asistentes al plantón de repudio a quienes la propia Xóchitl llamó “odiadores”, estaba integrado por repartidores a bordo de bicicletas que laboran todos los días entre el intrincado tráfico neoyorkino bajo el esquema de cobro por producto entregado, que desmonta el estigma de militantes del partido Morena.
Detrás del discurso uniforme que ha reproducido la prensa en nuestro país, la realidad está en lo que provocó el repudio general de la comunidad migrante en la Gran Manzana -mayoritariamente integrada por poblanos-.
Una joven estudiante de la State University of New York (SUNY, por sus siglas en inglés) con evidentes rasgos de origen indígena estuvo en la segunda fila de los convocados para escuchar y participar de la ronda de preguntas y respuestas. Gálvez Ruiz la excluyó deliberadamente para privilegiar a otras personas cuyo tono de piel encajaba en un fenotipo ajeno al de la generalidad de quienes habitan las zonas rurales de Puebla, en la Mixteca.
Del agravio histórico de una comunidad que ha tenido que vivir en medio de un ambiente inhóspito, lejos de sus orígenes, quienes participaron dentro o fuera del viejo edificio del Consejo de las Américas tuvieron que tolerar la arrogancia, humillación y patanería de la candidata Gálvez Ruiz y el equipo que la acompaña en ese país.
Para la picaresca quedará la botarga utilizada como señuelo a las afueras del edificio del Consejo de las Américas y así facilitar la huida de la repudiada candidata del Frente, que subraya la pésima imagen que de ella se tiene entre esa comunidad que soportó con dignidad los escupitajos de quien busca el voto en México.
@FerMaldonadoMX
