Parabólica.mx escribe Fernando Maldonado
En medio de la polvareda que se levantó la víspera por el hallazgo de un centro de entrega de tinacos y bultos de cemento en la unidad habitacional de San Ramón en el sur de la ciudad a manos de un grupo de funcionario del municipio capitalino, un aspecto reducido a la nada, pero no debe pasar inadvertido.
La ausencia de experiencia del candidato a diputado federal Antonio López como caza mapaches o el exceso de inocencia fue evidente ante quienes conocen de coacción de voto, manipulación de programas de asistencia y, sobre todo, para quienes poseen experiencia en la operación electoral, incluyendo a especialistas en derecho electoral.
No se trata de una novedad que deba sorprender en un perfil que ocupó la responsabilidad de subsecretario de Bienestar con Miguel Barbosa y luego, como diputado local bajo las siglas del Partido del Trabajo por la gracia de una parentela política que lo prohíja y lo impulsa.
Tan deficiente operación desplegó a la hora del hallazgo de la entrega de insumos para vivienda en un aparente delito electoral, que fue él quien resultó denunciado por la administración municipal de Adán Domínguez, sustituto del edil electo en 2021, Eduardo Rivera, asentado en la carpeta de investigación FGEP/EAT/ELECTORALES/I/000064/2024.
Al diputado local con licencia Toño López le voltearon la acusación. De ser cazador en medio de la mapachera, le voltearon todo y resultó cazado. Asumió que su sola presencia en el Centro de Desarrollo Comunitario de San Ramón sería suficiente para dar fe de una aparente irregularidad.
Nadie sugirió a este licenciado en administración financiera que en el terreno de la batalla electoral, documentar todo tipo de prácticas que pongan en duda la certeza de un proceso requiere de una autoridad que de testimonio de lo sucedido en el lugar de la entrega de tinacos de color azul y bultos de cemento.
El ayuntamiento que se había mantenido con dificultad al margen de la discusión pública en el proceso electoral, terminó por ser involucrado a grado tal que debió emitir un comunicado de prensa en donde confirma lo obvio: que si entregó materiales para vivienda con los colores del partido político que tutela las aspiraciones de Eduardo Rivera, candidato a gobernador y líder político de un grupo de servidores públicos que despacha en palacio municipal, comenzando por el edil interino.
Con un caudal de trampas hechas en 2016 y 2017 por el Partido Acción Nacional, documentadas por los partidos de oposición y medios, con la probabilidad cierta de establecer una cadena impugnativa en el contexto de la campaña política en curso, un improvisado Toño López fue echado a gritos sin poder documentar con un notario público o el equipo jurídico lo que ahora acusan desde las redes, sin más efecto que el escándalo.
No sólo dejó escapar a la liebre, sino que al mismo tiempo fue exhibido en redes sociales al ser abucheado por un grupo de beneficiarios de los programas sociales del ayuntamiento panista. Esas son las prendas políticas y jurídicas de los nuevos fichajes de un partido que se cutió en las calles y en la tribuna. En el pecado llevarán la penitencia.
@FerMaldonadoMX
