Debate superó a Casa de los Famosos

Debate superó a Casa de los Famosos
Fernando Maldonado
Parabólica Debate presidencial

Parabólica.mx escribe Fernando Maldonado 

En un país en el que se suele insistir en que la mayoría de la gente tiene una conducta apática respecto de la cosa pública y que la discusión de fondo en torno a lo que se vive en el día a día resulta de poco interés público, el modelo democrático mexicano comienza a ser buen negocio.

No se trata de una apreciación subjetiva, sino resultado de los datos duros que derivan de análisis riguroso, métrica puntual y sin subjetividades. Según estudios del Instituto Nacional Electoral y de Media Research Center, más de 24.1 millones de personas siguieron la transmisión desde las instalaciones del INE, en Calzada de Tlalpan en Ciudad de México.     

Y es que el número de personas que el domingo 18 presenciaron el primer debate presidencial entre las candidatas Claudia Sheinbaum; Xóchitl Gálvez y Jorge Álvarez Máynez superó en audiencia al producto que sacó del apremio por sus bajos niveles de audiencia a Televisa, La Casa de los Famosos.

Las Estrellas reunió a un conjunto de personalidades del espectáculo y de las redes sociales para participar de un encierro que terminó en febrero pasado, cuando llegó a su fase final con una cifra histórica para la cadena televisiva más influyente en América Latina con 21 millones de espectadores.

Televisión Azteca, propiedad de un empresario como Ricardo Salinas Pliego que rivaliza con el presidente Andrés Manuel López Obrador por un adeudo millonario con el Servicio de Administración Tributaria decidió no retransmitir el debate la noche del domingo, así que el número de televidentes pudo haber sido mayor a las mediciones que se poseen a la vista.     

La diferencia entre uno y otro modelo televisivo confirma que en el país, existen una audiencia para todo. La diferencia, sin embargo, no solo es de forma, sino de fondo porque mientas en el reality televisivo se apuesta por el morbo como elemento detonante del interés del televidente, esa razón explica la presencia de gente como Wendy Guevara o Sergio Mayer.

En un debate entre aspirantes a conducir el país, el insumo principal es conocer de primera voz y al mismo tiempo las propuestas de participantes, así como su capacidad de interlocución con adversario situados a unos metros de distancia y en un mismo momento.

De acuerdo con Media Research Center, la televisión fue la plataforma a través de la cual fue seguido lo sucedido en el primero de los tres debates, de lo que habrá que anticipar un cambio en el formato de los subsecuentes, que fue de 14.5 millones de personas.

En el desagregado, se observan detalles que revelan una inobjetable fortaleza de la televisión que no debe ser desdeñada: cuatro de cada 10 hogares con la televisión encendida, presenciaron el debate; 82 por ciento de la audiencia fue de 18 años de edad, o mas y el segmento de mayor audiencia fue el que trató de transparencia y combate a la corrupción. De ese universo, 78.6 por ciento observó el encuentro del domingo 8 por canales privados y 14.5 puntos por medios públicos. 

Con todo y las deficiencias en la producción, el diseño del formato y las dificultades técnicas, en redes sociales fue visto por 9 millones 626 mil usuarios: mas de 7 millones 355 mil en Facebook; 574 mil 829 en X; y 1 millón 696 mil vistas en YouTube.

En la suma de las cifras no fueron incluidas las mesas de análisis que cada una de las televisoras organizó luego de ese primer round protagonizado por quien busca ocupar la silla presidencial. La cifra por si misma ofrece a una sociedad legítimamente interesada en el proceso en curso, el desenlace y el futuro inmediato. No todo está perdido.

 

@FerMaldonadoMX