Pleito en casa

Pleito en casa
Fernando Maldonado
Parabólica Fernando Manzanilla Eukid Castañón

Parabólica.mx escribe Fernando Maldonado

No lo mencionó por su nombre, pero tampoco hacía mucha falta porque entre la clase política local quedó claro que el destinatario del mensaje cargado de veneno de Fernando Manzanilla Prieto fue para Eukid Castañón Herrera. 

El primero es asesor especial de la campaña del candidato al gobierno de Puebla, Alejandro Armenta y el segundo volvió a la escena como “operador político” admitió hace unos días la presidenta estatal del partido guinda, Olga Lucía Romero Garci-Crespo; el primero fue desterrado del gobierno del estado y el segundo aprehendido y llevado a la cárcel por diversas imputaciones.

La media tarde de lunes Manzanilla escribió en su cuenta de X: “Es lo que sucede cuando sacan de la cárcel a delincuentes y los meten a operar políticamente en las campañas”, tras la denuncia que a través de la misma red social formuló Mario Riestra, candidato a la presidencia municipal de la capital por el PAN-PRI-PRD. 

El candidato y diputado federal con licencia por el PAN entregó a la Fiscalía General del Estado elementos probatorios acerca de la amenaza que habría recibido en un recorrido de campaña, según la cual le anticiparon, su cabeza tenía un precio de 15 mil pesos, como un mensaje ominoso en medio de un contexto de violencia política en todo el país.              

El exsecretario de Gobernación de los gobiernos del panista Rafael Moreno Valle hasta el morenista, Miguel Barbosa, tiene un pleito con quien fue su compañero de gabinete en un tramo del sexenio de 2011 a 2017, luego de que Moreno Valle obtuviera el triunfo en la campaña de 2010.

Antes de la ruptura de Manzanilla con su ex cuñado, el gobernador Moreno Valle a mediados de 2013, ya los desencuentros con Castañón eran notorios y una leyenda política narra incluso un episodio en el que ambos estuvieron a punto de los golpes por las diferencias de criterio en un asunto particularmente espinoso en esa gestión panista distinguida por su totalitarismo.

En agosto de 2017 el entonces presidente del Senado de la República, Miguel Barbosa denunció desde ese recinto el espionaje político existente en Puebla, al que no habían sido ajenos otros perfiles nacionales como Blanca Alcalá, en ese entonces embajadora de México en Colombia; el gobernador de Chiapas, Manuel Velasco y hasta el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong.

Barbosa estaba acompañado de Manzanilla y no dudó en poner el dedo a Eukid Castañón como responsable de esa práctica de la que ya existía evidencia probatoria en abundancia en medios. El objeto del señalamiento ya se había convertido en el hombre fuerte de Moreno Valle.

Fue el momento en el que nadie dudó del pleito entre quienes antes habían sido socios en negocios y cómplices en la política y del que, por lo visto, no ha sido saldado con un resultado negativo en la coyuntura porque como en el pasado, ambos juegan en el mismo equipo, pero con reglas diferentes.

La acusación de Fernando Manzanilla resulta particularmente delicada porque se infiere, tiene información que otros no poseen sobre la amenaza u advertencia de la que se duele Mario Riestra, que debiera llevar a la autoridad investigadora.

Poco ayuda al Gobierno del estado que tiene como propósito mantener la gobernabilidad, confianza y certeza en un proceso electoral amenazado por la violencia como ya ha sucedido en Puebla y otros estados del país.

@FerMaldonadoMX