Congreso, arrastrado al lodazal electoral

Congreso, arrastrado al lodazal electoral
Fernando Maldonado
Parabólica

Parabólica.mx escribe Fernando Maldonado 

De haber sido una ínsula en medio de las encrespadas aguas de la política y la creciente temperatura electoral, el Congreso del Estado se convirtió en la extensión de un fuerte debate coyuntural luego de la supuesta amenaza de muerte que recibió el candidato del PAN-PRI-PRD a la presidencia municipal, Mario Riestra Piña.

Fue el diputado panista Miguel Espinosa de los Monteros, ex secretario particular de Eduardo Rivera en la primera gestión de 2011 a 2013 el que decidió llevar a la tribuna la discusión sobre la presunción de la amenaza que el propio Riestra Piña denunció la noche del domingo previo.

Espinosa de los Monteros, cuyo perfil es el de un atento y refinado panista, decidió arrastrar al cuerpo colegiado a un pleito que se prevé, terminará en la barandilla, frente a un juez y rodeado de ministerios públicos como síntoma de la degradación de la política partidista.   

Colocar en la esfera legislativa un asunto de carácter electoral incumplió un que los diversos grupos parlamentarios alcanzaron en la Junta de Coordinación Política del que el presidente del Congreso Edgar Garmendia había dicho al autor de la columna en el programa El Almuerzo, no existía nada firmado, pero que la totalidad de los grupos parlamentarios había cumplido… Hasta el mediodía de este jueves.

“En este Poder se debate y legisla para sumar a la construcción de una sociedad más justa y equitativa para todos los ciudadanos, el tema electoral tiene su cancha, el gobierno estatal y sus instituciones han hecho lo pertinente para garantizar la seguridad de todos”, reviró Garmendia ante el incumplimiento del acuerdo parlamentario.

Fue el momento en el que ya habían tundido al legislador panista por haber faltado a la palabra empeñada que tuvo el espíritu mantener el trabajo legislativo al margen de las campañas que restan tiempo y desgasta a sus integrantes ante el cúmulo de tarea pendiente antes de terminar el periodo de la presente legislatura.

Recordó Garmendia que “el debate que sea en el tema legislativo, lo que nos debe ocupar es el trabajo, no la politiquería, acusaciones o debates con actores que tienen su propia plataforma; allá que la usen, aquí tenemos una responsabilidad que debemos cumplir y estar a la altura de lo que los ciudadanos quieren”.

En el pecado llevó la penitencia porque, además, se le recordó el pasado reciente en que el gobierno estaba en manos de un panista como Rafael Moreno Valle y de disparó el robo de combustible, se evidenció la colusión de altos mandos con el crimen organizado y hubo perseguidos políticos.

Se trata, dijo la diputada de Morena Azucena Rosas Tapia, “de una crónica de una estrategia fallida en una elección perdida”, “que el PAN violentó al estado” y que era indispensable darle altura al debate en el poder legislativo, como todo ciudadano espera suceda.      

Al diputado Miguel Espinosa de los Monteros, sus compañeros de oposición -los que quedan porque en el PRI ya no existe nadie- terminaron por dejarlo solo y si acaso, pasará a la historia como el único integrante del Congreso en pasar por alto un acuerdo hablado, base fundacional consolidar la confianza y fortalecer la política de altura.

 

@FerMaldonadoMX