Al respecto por Alejandro Aguirre Guerrero
A Rosa Icela Rodríguez le apodan “la jefa” (incluso así le dice quien será el mandamás de la seguridad pública con Sheinbaum), Omar García Harfuch, pero la próxima secretaria de gobernación no se apuntará como competencia para Marcelo Ebrard rumbo al 2030.
Y es que aunque aún no toma protesta como presidenta, los equipos de algunos próximos funcionarios ya se mueven pensando en lo que ocurrirá dentro de 3 años, cuando se hable con mayor seriedad sobre el sucesor o sucesora de Sheinbaum.
Se dice que la presidenta electa prometió a su titular de economía ser el próximo candidato (dentro de las negociaciones posteriores al proceso de selección interna morenista), pero cualquier cosa puede pasar, y le podría ocurrir por tercera ocasión a Ebrard (la primera fue cuando AMLO tuvo una candidatura).
Omar García Harfuch quizá busque más adelante ser candidato a la jefatura de la CDMX, mientras que Ebrard no tendrá otro objetivo más que ser presidente en el 2030, sin pasar en ningún momento por la Secretaría de Gobernación, situación que lo confrontaría con Sheinbaum.
La próxima dirigente de Morena, Luisa María Alcalde recibirá instrucciones consensuadas tanto de AMLO como Sheinbaum, porque en realidad el auténtico competidor de Ebrard hacia el 2030, en este momento, es Andrés Manuel López Beltrán y nadie más.
El otro acuerdo (además del que sostienen la presidenta electa y Ebrard), es el de AMLO y Sheinbaum por impulsar a uno de sus hijos rumbo a la silla de Palacio Nacional. El otro gran sueño del tabasqueño es que un nuevo “Andrés Manuel López” llegue al mismo sitio donde él despachó.
Veremos qué ocurre, y si en verdad ocurre.
X: @aaguirre_g