La decadencia de una tradición patronal

La decadencia de una tradición patronal
Carlos Miguel Ramos Linares
Ecosistema digital

Ecosistema digital escribe Jesús Olmos

El 29 de septiembre de cada año, Huejotzingo celebra su Feria Patronal de San Miguel, una tradición símbolo de su identidad y orgullo para los habitantes. Sin embargo, la edición 2024 dejó mucho que desear, mostrando el deterioro de una celebración que, en lugar de enriquecer la vida cultural de la comunidad, terminó por afectar su cotidianidad y bienestar.

Lo que debería ser un espacio para la convivencia y la exaltación de tradiciones se convirtió en un escenario de actividades fuera de la ley como. Se reportó robo de vehículos que afectó a visitantes y locales. El municipio ya enfrenta problemáticas de seguridad, y el robo de automóviles mostró una preocupante falta de control en uno de sus eventos más importantes. Las medidas de vigilancia fueron insuficientes, lo que generó un clima de inseguridad en una festividad que debería ser familiar y segura.

A esto se sumó la destrucción del adoquín del Centro Histórico, causada por la instalación de juegos mecánicos que fueron colocados sin un adecuado control ni planificación, de otro modo, no existiría daño a la infraestructura pública. El corazón de Huejotzingo, su Centro Histórico, que debería ser protegido y preservado, fue dañado. La falta de previsión y cuidado de las autoridades y organizadores no solo afectó la estética y funcionalidad de la ciudad, también representó un retroceso en los esfuerzos de conservación patrimonial.

Otro de los grandes problemas fue la obstrucción de las entradas y salidas de las casas de los vecinos. La colocación desordenada de puestos, juegos y atracciones generó un serio malestar entre los habitantes, quienes, en lugar de disfrutar de su feria, vieron alterada su vida diaria. La falta de respeto por el espacio y la propiedad privada es un reflejo de una organización que priorizó el espectáculo sobre el bienestar de la comunidad.

Quizás lo más indignante fue la serie de faltas administrativas que se cometieron durante el evento. La presencia de personas orinando y defecando en la vía pública no solo habla de una carencia de servicios sanitarios adecuados, también de una pérdida del civismo que debería ser reforzado en eventos culturales masivos. Este comportamiento no puede ser normalizado ni excusado por la masificación de la feria, ya que es responsabilidad de los organizadores asegurar que existan los servicios necesarios para evitar estas situaciones.

La Feria Patronal de Huejotzingo, que representa el encuentro de la comunidad y el disfrute de las tradiciones tiene el objetivo de fortalecer la identidad cultural del pueblo. Se trata de un conjunto de actividades religiosas que se combinan manifestaciones culturales con origenes prehispánicos.

Replantearse la organización debe ser una introspección a realizar por la administración saliente, compartir la experiencia a la administración entrante evitará no solo daños materiales y situaciones de riesgo en la próxima edición, también recuperar el espíritu de una celebración que debería estar al servicio de la comunidad y no en su contra.

@cm_ramoslinares