Ecosistema digital escribe Carlos Miguel Ramos Linares
La llegada de la inteligencia artificial representa un avance tecnológico significativo con un potencial transformador que aún es experimental. En su breve existencia hasta ahora, estas herramientas han demostrado un impacto revolucionario en diversos campos.
Los dispositivos electrónicos impulsados por la inteligencia artificial ya son una realidad palpable, y sus posibilidades parecen ilimitadas, como lo indican los continuos avances y estudios en este ámbito a nivel global. Un estudio reciente se centró en determinar si una IA podría aprender a comunicarse de manera similar a un ser humano, emulando el proceso de adquisición del lenguaje en los bebés.
Investigadores de la Universidad de Nueva York se propusieron este desafío, entrenando un sistema de inteligencia artificial multimodal con resultados sorprendentes, detallados en la revista Science y acompañados de un video explicativo en YouTube.
Para llevar a cabo este experimento, el equipo científico utilizó imágenes y audio capturados de un niño, Sam, desde los 6 meses hasta los 2 años de edad, utilizando una cámara frontal montada en un casco para obtener una perspectiva inmersiva de su día a día. Las grabaciones, realizadas semanalmente, fueron cruciales para el proceso.
El análisis de los resultados reveló que la red neuronal pudo aprender una variedad de conceptos y palabras a partir de las 60 horas de grabaciones utilizadas, una fracción minúscula del tiempo total de actividad del niño durante ese período. La precisión alcanzada fue del 61.6%, permitiendo a la IA asociar palabras con sus contrapartes visuales, según señaló Wai Keen Vong, uno de los investigadores principales.
Este avance abre la puerta a nuevas posibilidades en la comprensión y aplicación de la inteligencia artificial en el campo del procesamiento del lenguaje natural.
Es decir, la capacidad de la IA permite asociar palabras con sus contrapartes visuales podría ser invaluable en la educación temprana y el desarrollo del lenguaje en los niños. Podría proporcionar herramientas y recursos adicionales para los padres y educadores en el proceso de enseñanza y aprendizaje del habla.
Para personas con dificultades en el habla o el lenguaje, esta tecnología podría ser útil como una herramienta de comunicación alternativa o complementaria. Permitiría una comunicación más efectiva y autónoma para aquellos con discapacidades del habla, facilitando una mayor inclusión en la sociedad.
En el campo de la medicina, esta tecnología podría tener aplicaciones en el diagnóstico y tratamiento de trastornos del habla y del lenguaje. Los profesionales de la salud podrían utilizar sistemas de IA para evaluar y monitorear el desarrollo del habla en niños, así como para ayudar en la rehabilitación del habla en pacientes con lesiones o trastornos neurológicos.
Y finalmente, la capacidad de las máquinas para comprender y responder al lenguaje humano de manera más natural y contextualizada podría mejorar la experiencia de usuario en una variedad de aplicaciones y dispositivos, desde asistentes virtuales hasta sistemas de control doméstico inteligente.
@cm_ramoslinares
