Ecosistema digital escribe Carlos Miguel Ramos Linares
La satisfacción del más mínimo apetito del prosumidor, puede llevar a caminos sinuosos que conlleve dasafíos significativos en la experimentación de tecnologías, en términos de seguridad, manejo de residuos nucleares y aceptación pública.
Es el más reciente caso de la invensión de una batería nuclear que permita a las tecnopersonas, nunca más cargar un teléfono celular. Esta invensión es derivada de quejas constantes por parte del consumidor y un seguimiento casi a ciegas de los desarrolladores de tecnologías. Pareciera emular a un niño pequeño al que se le otorga el más absurdo pedimento.
En la actualidad, la duración de las batería disminuye significativamente obligándonos a cargar nuestros dispositivos con mayor frecuencia. En este contexto, nos hemos vuelto obsesivos con la capacidad en miliamperios (mAh) de las baterías, ya que esta medida nos asegura una autonomía aceptable. No obstante, este paradigma podría cambiar radicalmente con desarrollo de una batería nuclear en miniatura que promete una carga prácticamente infinita para nuestros teléfonos.
La firma china BetaVolt Technology, con sede en Beijing, ha anunciado recientemente un avance tecnológico revolucionario: la exitosa creación de una batería nuclear en escala reducida. Este logro marca un hito significativo, ya que hasta ahora no se había logrado miniaturizar una batería nuclear de estas características. La complejidad del proceso de producción ha requerido la aplicación de técnicas avanzadas, utilizando una tecnología de desintegración de isótopos de níquel-63 con un módulo de semiconductor de diamante. A pesar de la sofisticación de estos métodos, el resultado es sumamente positivo, destacando la miniaturización y modularización de la batería, además de su sorprendentemente bajo costo de desarrollo, a pesar de los materiales poco convencionales utilizados.
Esta batería nuclear recién creada ofrece una autonomía excepcional, con una duración estimada de 50 años sin necesidad de recarga o mantenimiento para nuestros teléfonos móviles. Este avance se presenta como una alternativa sólida y exitosa en la investigación de baterías que hasta ahora no habían alcanzado tal nivel de eficiencia.
Es importante mencionar que ya considera la posibilidad de iniciar su producción a gran escala. Sus potenciales ventajas la posicionan como una opción atractiva para diversos campos, incluido el sector de las baterías de teléfonos móviles. La idea de tener una batería que elimine la necesidad de cargar el teléfono es sin duda un punto a favor de esta tecnología, eliminando prácticamente la dependencia de los cargadores. Además, teniendo en cuenta el ciclo de vida actual de los teléfonos, es probable que no se agoten por completo antes de ser reemplazados, lo que añade otra capa de atractivo a esta innovadora propuesta.
Finalmente, es importante señalar que el desarrollo y la implementación de tecnologías nucleares, incluso en formas más pequeñas, conllevan desafíos significativos en términos de seguridad, manejo de residuos nucleares y aceptación pública. Por lo tanto, este y cualquier otro desarrollo en este campo estaría sujeto a regulaciones estrictas y consideraciones éticas.
Carlos Miguel Ramos Linares
@cm_ramoslinares
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