Pensar en grande, escribe Alejandro Armenta
Puebla es tierra de campeones. Estoy convencido de que cada vez que un joven toca un instrumento musical o practica un deporte, se aleja de los vicios y la delincuencia, adquiriendo disciplina para la vida y el desarrollo integral. Los jóvenes deben sentirse orgullosos de representar a sus padres, familias, estado y patria, destacando en diferentes disciplinas como el deporte, el arte, la cultura y la ciencia.
Sin duda, las nuevas generaciones son el pilar de la familia, la patria y la sociedad. Cuando los cimientos están bien edificados, debemos procurar que las bases de los jóvenes poblanos sean firmes, para que estén listos para enfrentar cualquier adversidad, anteponiendo sus valores y rechazando cualquier actividad negativa.
Con arte, cultura y deporte se pueden formar grandes líderes y emprendedores. Aprovechar el talento de los jóvenes en estas áreas debe ser una prioridad. Es tiempo de los jóvenes y las mujeres, quienes destacan en disciplinas como el boxeo, las ciencias, las artes, la abogacía, la medicina y muchas otras, demostrando el gran potencial que debe impulsarse.
De acuerdo con el reporte de Imjuventud.gob.mx, elaborado por el Consejo Nacional de Población (CONAPO), en Puebla la población joven representa el 32.1% del total de habitantes. De esta cifra, el 8% presenta alguna discapacidad, limitación o problema de condición mental, mientras que el 1.8% se identifica como afromexicanos o afrodescendientes. A nivel nacional, este sector representa el 30.7% de la población total.
Ante este panorama, es motivo de celebración que las autoridades estatales abran puertas de oportunidad para que la juventud demuestre sus talentos como emprendedores, músicos, artistas, deportistas, pintores, escultores y científicos. Estas iniciativas no solo los consideran en el sector económicamente activo, sino que también los alejan de las drogas y la delincuencia.
Impulsar un modelo de desarrollo inclusivo es un reto para la transformación. Este modelo debe incluir tecnología, el cuidado de los ecosistemas y del medio ambiente, con miras a beneficiar a las futuras generaciones. Además, es necesario diseñar esquemas para disminuir la desigualdad mediante una distribución equitativa de la riqueza, aprovechando los recursos de manera racional y mejorando la infraestructura en beneficio de los jóvenes.
Los jóvenes deben enaltecer virtudes como la honradez, la honestidad, la transparencia y el compromiso. Estas cualidades son la llave que les abrirá las puertas para desarrollar proyectos, ejercer liderazgos y participar en una revolución de ideas. Este enfoque les permitirá adquirir experiencia y poner en práctica sus conocimientos en la vida profesional y laboral.
@armentapuebla_