La editorial escribe Jesús Olmos
En el Instituto Nacional Electoral, la “herradura de la democracia” dominan los adjetivos, antes que los argumentos y las ideas.
Aunque en repetidas ocasiones les han llamado a la cordura en los choques, no dejan de rebajar el debate y salir de su ámbito de discusión que es: mantener firme la norma electoral.
Se quejan unos que han llevado la pugna electoral al terreno de las groserías, el griterío y los pactos de sangre.
Se quejan del otro lado los que llevan todo a la descalificación y se mueven con ese lenguaje virulento que polariza.
Jesús Olmos
@Olmosarcos_