Máscaras escribe Jesús Olmos
Muchos de los que analizamos la conducta política en el país, a raíz de la llegada del lopezobradorismo, imaginamos que sería el propio presidente el que intentaría resquebrajar a la oposición que quedó reducida tras el 2018. La derrota electoral del domingo nos está mostrando otra realidad.
La resistencia a entregarle el poder total a la 4T en 2021, parece haber sido el último rugido del dinosaurio moribundo de cara a un nuevo escenario político para el país.
Sin embargo, los perdedores del domingo parecen ser los únicos que no han entendido la decisión que tomaron las urnas, el mensaje que les dieron los ciudadanos y la advertencia de extinción ante sus formas y modos denigrantes de hacer política.
Vemos ahora, un escenario de “resistencia” a un supuesto “fraude” concebido solo en las mentes de un grupúsculo al que rechazaron 33 millones de mexicanos.
La senadora Kenia López Ramadán, el ex candidato al Gobierno de la Ciudad de México Santiago Taboada, el panista Manuel Clouthier, el opinador Mario Di Constanzo, el hijo del ex presidente Miguel de la Madrid, Enrique de la Madrid, el perredista Guadalupe Acosta Naranjo, uno de los hombres más cercanos a Enrique Peña Nieto, Jesús Ortega,además el empresario y vocero yunista Arturo Castagné, entre otros, se han incrustado en una campaña que lo único que está logrando es acabar con el último pedazo de credibilidad y decencia que les quedaba.
Sí, la oposición está dilapidando a la propia oposición. Como si se tratara de echar por la borda todo ápice de legitimidad, en un momento coyuntural en el que no solo han sido derrotados en las urnas, sino que se enfrentan a un paradigma ideológico, una estrepitosa caída y una mayoría abrumadora que los deja en la lona.
Ahora, bien valdría la pena que los perdedores dejarán de buscar parecerse tanto a la idea que tienen del hombre que han criticado por ya dos décadas (Andrés Manuel López Obrador) y que ha movido sus odios y sus más oscuras ideas.
Más bien deberían escucharlo luego de usar su mañanera para aconsejarlos, para pedirles que se refuercen y que redoblen filas, porque serán necesarios, sino es que digamos, serán urgentes.
“Tendrían que iniciar por una autocrítica y rectificar, eso les ayudaría mucho. Porque, además, se requiere que exista competencia. La democracia es pluralidad, tiene que haber oposición, no es el dominio de una sola organización, no debe haber pensamiento único, eso tiene que ver más con la dictadura, con el totalitarismo; la democracia es competencia”, recomendó el presidente Andrés Manuel López Obrador a los partidos de derecha en su mañanera.
Otro odiado personaje por parte de los partidos PRI-PAN-PRD ha sido Gerardo Fernández Noroña, quien a pesar de su estilo estridente tuvo palabras sobre la necesidad de “una oposición dura, seria, consolidada, consistente”.
“Es patético su discurso, 30% de diferencia y siguen regateando, y no son capaces de hacer el más mínimo autocrítico ejercicio”, que deben “repensarse” y a “replantearse”, porque han puesto todo sobre la mesa para dilapidar a la oposición y eso no le conviene a nadie en este país.
@Olmosarcos_
Jesús Olmos