Nuevo mapa, mayores desafíos

Nuevo mapa, mayores desafíos
Fernando Maldonado
Parabólica

Parabolica.MX escribe Fernando Maldonado 

A partir de este 15 de octubre existe un nueva configuración política en la zona metropolitana de Puebla. El mapa inédito ya ofrece nuevos desafíos que pondrán a prueba las viejas prácticas de la política y a quienes se inician en la vida pública.  En el oficialismo o en la oposición, el futuro inmediato será incierto, apenas haya pasado la algarabía.

De la totalidad de los municipios que incluye la capital, gobernados por el Movimiento de Regeneración Nacional, San Andrés Cholula es ya una ínsula, parcialmente en manos del Partido Acción Nacional, junto con otros 15 municipios en el interior del estado.

A diferencia de Pepe Chedraui y Tonantzin Fernández que obtuvieron el triunfo por el partido dominante, Lupita Cuautle, es la única presidenta municipal en San Andrés, pero no necesariamente apoyada por el partido que tuteló su participación en la contienda del primer domingo de junio.

La ausencia de Eduardo Rivera, jefe real del panismo poblano, en la toma de posesión en el Parque Intermunicipal de Cholula revela ese vacío con el que va a tener que lidiar Cuautle y su esposo, aspirante a la dirigencia estatal panista, Edmundo Tlatehui Percino.

Rivera Pérez prefirió estar en la ceremonia en la que Pepe Chedraui protestó el cargo de edil de la capital, no obstante, los reproches que ahí se dijeron, cuando el nuevo presidente municipal habló de inseguridad, baches y otros pendientes con los que se recibió las llaves del gobierno de la ciudad a la media noche del martes 15.

No obstante, los matices cromáticos -antes eran ideologías las que definían los proyectos de gobierno- en los municipios de la zona metropolitana con los que se vistió el área del territorio que concentra el mayor porcentaje de población, existe un reto aún mayúsculo que envuelve particularmente a quienes visten de guinda.

No serán pocos quienes desde sus gobiernos municipales hayan comenzado a acariciar la idea que materializó en el Congreso de la Unión con la última parte del gobierno del priista Enrique Peña Nieto, que abrió la puerta para que ediles y diputados tuvieran la oportunidad de ir a elecciones consecutivas.

Del “Sufragio Efectivo. No Reelección” del histórico periodo post revolucionario en el país, se transitó un bochornoso y fugaz etapa en la que la ambición hizo que legisladores y autoridades municipales sin más compromiso que con apetitos propios hicieran todo por reelegirse. Algunos lo consiguieron, otros fueron reprobados.

Esa práctica ya ha sido reprobada por la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, la jefa política de todas las autoridades que por estos días ha asumido sus responsabilidades vamos las siglas de Morena y aliados como el Partido del Trabajo y Verde Ecologista de México.

Sheinbaum, para fines prácticos, ya tiró línea y sólo quien no haya sabido leer adecuadamente esa señal pretenderá levantar la mano para quedarse en el encargo de tres años por un periodo mas, aún y no haya sido promulgada la nueva ley que, por lo demás, no será retroactiva.

Quienes a partir de hoy ya despachan en sus oficinas deberán añadir a los retos de hacer buenos gobiernos, eficientes en los servicios públicos y cercanos a sus gobernados, tendrán que lidiar con vecindades incómodas, egos exacerbados y un cambio de régimen del que no han terminado de entender del todo.

 

@FerMaldonadoMX