Jared, el magistrado censor remoja sus ansias en un plato de sopa fría

Jared, el magistrado censor remoja sus ansias en un plato de sopa fría
Fernando Maldonado
Jared Albino Soriano Parabólica

Parabolica.MX escribe Fernando Maldonado    

El magistrado del Poder Judicial de Puebla, Jared Albino Soriano Hernández pasó de tener un mala opinión acerca de periodistas y comunicadores, a los abiertos insultos. No es que los haya proferido en una mesa de café, en la sobremesa dominguera familiar, al calor de los tragos, con amigos de cantina o la intimidad de la alcoba. No.

Dejó constancia en un documento, firmado con puño y letra. Envuelto en un ego exacerbado, sedicente impoluto, hizo saber al Poder Judicial Federal su convicción de la existencia de una “caterva de chayoteros” y “esbirros” que dieron cuenta de una audiencia celebrada en la Fiscalía Anticorrupción de la Fiscalía General del Estado en la que se ventila una carpeta de investigación que involucra al personaje y al autor de la columna y director del sitio Parabólica.MX.

“La Fiscalía Anticorrupción decidió llamarme a declarar en calidad de testigo ante la probabilidad de un acto de corrupción del que el medio que dirijo, Parabolica.MX , publicó en septiembre de 2022. Todo mundo sabe que se trata de un integrante del Poder Judicial y un interno del sistema penitenciario en Puebla, por una disposición federal no puedo referirme a ese funcionario (…) pero todo mundo sabrá puesto que está publicado en la redes y sitio de parabolica.mx”, fue la declaración que encendió al magistrado.

En la denuncia de violación a la suspensión (mordaza) dentro del juicio de amparo 685/2023 dijo que se “azuzó a sus copartícipes y corresponsables (también ellos violaron la obligación federal a callar, según el criterio del magistrado), caterva de chayoteros”, entre quienes se encuentra los periodistas Erick Becerra, director de El Heraldo Puebla; Imelda Medina, directora de la Agencia Enfoque; y la abogada y columnista Yasmín Flores.

Del director de Noticias en Imagen Puebla, Juan Carlos Valerio, dijo tratarse de otro copartícipe de la violación de la suspensión de la medida cautelar, a quien llama en el extenso alegato “esbirro” del periodista Fernando Maldonado González.                   

No obstante, el carácter de su responsabilidad pública como prominente integrante de uno de los tres poderes en Puebla, de saberse de los medios de los que se ha valido para presionar a jueces y así favorecer a despachos con los que tiene presuntos acuerdos, Parabolica.MX se vio obligado a callar.

En un legajo de 28 fojas recibido en el Juzgado Octaviano de Distrito en Materia de Amparo Civil, Administrativo y de Trabajo el 15 de agosto de este año, en el que denunció “violación a la suspensión definitiva” que esa instancia concedió con la aplicación de una mordaza jurídica para evitar se sometiera al escrutinio periodístico desde diciembre de 2023, se dolió de haber sido revictimizado.

El inicio de la larga historia que desahogó la justicia federal en contra del supuesto revictimizado Jared, comenzó cuando Parabolica.MX, como lo hizo media docena de medios de comunicación, divulgó una presunta conversación entre el magistrado local y Eukid Castañón que en ese momento se encontraba en la cárcel por un conjunto de supuestos delitos que luego libró.

El magistrado movió todo el aparato hasta obtener a través de la Fiscalía Anticorrupción de Puebla -la peor evaluada en todo el país-, datos sensibles del columnista, domicilio particular, sitios que frecuenta, teléfonos de contacto, rutas y filias con un único propósito: aprehender a quien le resulta indigesto mediante un cambio de estatus en la carpeta de investigación, de testigo a imputado para ser aprehendido.

El traje a la medida que festinó en su fuero interno, se apestó. No sólo porque como lo ha publicado la prensa poblana, la justicia federal invocó el principio de proporcionalidad para privilegiar la libertad de expresión, sino porque volvió a perder en su propio terreno.

En un acuerdo del que ya se debió notificar a las partes, se advierte que la queja del magistrado y censor de la prensa fue infundada y que no se advierte que Parabolica.MX, su director o el resto de los colegas a los que tiene como “chayoteros” o “esbirros” incumplieron la orden de quedarse callados. El ego de este magistrado está herido.

@FerMaldonadoMX