Parabolica.MX escribe Fernando Maldonado
Es altamente probable que Puebla sea la única entidad en el país en tener una diputada suplente sometida a proceso penal por sus probables vínculos con grupos de delincuencia organizada, especialmente el que se ha autodenominado “La Barredora”.
Lo es por el Partido Revolucionario Institucional con la venia de la nomenclatura priista y se trata de Tania N., detenida en mayo pasado, unos días antes de la elección del mes de junio cuando como propietaria de la candidatura plurinominal, llegó a la legislatura la priista Delfina Pozos Vergara.
Al momento de su captura, Tania estaba acompañada de un grupo de personas de dudosa procedencia, sobre todo de otros estados del país; en el domicilio en el que se produjo la captura, propiedad del dirigente municipal de ese partido, Juan de Dios Bravo Jiménez, había armas largas, cortas, dinero en efectivo y droga.
Tania N., y los personajes fueron aprehendidos por elementos de Secretaría de Marina y de la Policía Estatal. A todos los uniformados se les ofreció quedarse con el arsenal, el dinero y la droga como una forma que permitiera una válvula de escape y librar el proceso penal que ahora enfrentan.
Recordar ese pasaje criminal es pertinente a la luz de la comparecencia en el Congreso del Estado del titular de Seguridad en Puebla, Daniel Iván Cruz Luna, para exponer logros alcanzados y desafíos en materia de combate a la inseguridad, sobre todo en los últimos meses con la aparición de grupos con una notable capacidad de movilización y ejecución de hombres y mujeres con perfiles muy específicos.
En el colmo de la desmemoria y el cinismo, Pozos Vergara cuestionó al funcionario que comparecía ante la soberanía legislativa qué falló en la estrategia para contener la ola delictiva que sufren los poblanos. Una dosis de decoro habría provocado un comportamiento menos imprudente de la diputadas priista, desacreditada para hacer uso de la voz en tópicos de seguridad pública.
No solo por la nominación como diputada suplente en la persona de Tania N., y su captura el 4 de mayo de este año, sino por el papel que tuvo su hermano, Alfredo N., detenido desde 2021 en la Central de Autobuses de Puebla en posesión de una veintena de armas largas y cortas.
El historial del hermano, reforzado con su captura en la CAPU en posesión de 19 armas de origen checoslovaco y los vínculos que se le han descubierto con traficantes de armas no fue ningún obstáculo para que la diputada suplente sometida a proceso penal fuera ascendida en la política local.
El partido de la diputada Delfina Pozos, preocupada por las fallas que se han presentado en el combate a la inseguridad, impulsó a su suplente como coordinadora especializada en el Instituto de la Juventud en el gobierno municipal de la capital, del panista Eduardo Rivera, aliado del PRI.
Luego en 2021 fue integrante del Organismo de Mujeres Priistas y su partido la envió al Concejo Municipal de Santa Rita Tlahuapan, de donde es originaria. Nada de lo que sucedió en la ascendente carrera de la diputada suplente imputada de diversos delitos pudo estar al margen de la dirigencia priista, en la que Néstor Camarillo era dirigente y la legisladora Pozos su segunda al mando.
La respuesta a la pregunta de la diputada formulada al servidor público está respondida. En la conducta omisa y complaciente del PRI frente a factores de riesgo y ostensibles perfiles delictivos está la respuesta que buscaba.
@FerMaldonadoMX
