Parabolica.mx escribe Fernando Maldonado
Elegantes siempre en toda la extensión del concepto, dueñas de una inteligencia notable y con la altura que corresponde a su condición de integrantes de la Cámara Alta, sin las pasiones de la contienda en la esfera local, las senadoras de la República Nadia Navarro y Nancy de la Sierra despidieron de ese recinto a su par, Alejandro Armenta, segundo poblano en presidir la mesa directiva.
El ahora senador con licencia se alista para dar la batalla política por la gubernatura a partir del primer minuto del mes de abril, como candidato por Morena-PT-Verde-Nueva Alianza.
Competirá principalmente contra Eduardo Rivera, del Frente opositor a cuya cabeza se ubica el Partido Acción Nacional, con PRI-PRD y Pacto Social de Integración, del que ambas senadoras son voceras, junto al diputado federal, Humberto Aguilar Coronado.
Existe un tercer competidor, Fernando Morales por el Movimiento Ciudadano con muy escasas probabilidades. Si acaso, aspira a mantener el registro de su partido, no más.
Por eso dejó un sabor a triunfo anticipado en el ambiente en el Senado de la República y en el ámbito político poblano lo dicho en el uso del micrófono por las dos senadoras que dijeron adiós a Armenta.
“… debo decir que me siento muy orgullosa, por una parte, de saber que hoy vas a la gran batalla por la que siempre has luchado y en el camino en el que te has puesto (…) como poblana deseo una contienda electoral justa, equitativa, respetuosa, como poblana deseo que después del 2 de junio, gane el proyecto que gane, porque son muy competitivos (…) y Alejandro, me siento muy honrada de ser tu amiga, de saber que nos respetamos, aunque caminemos en caminos distintos” dijo Navarro.
La senadora De la Sierra fue más allá porque en el breve tiempo utilizado para despedir a quien siguió en la fórmula que compitió en 2018, cuando fue cuota del Partido del Trabajo, trajo al presente un episodio compartido con el candidato de la 4T y que ahora casi nadie quiere ventilar en público porque es políticamente incorrecto.
Recordó cuando ambos fueron perseguidos por los gobiernos del panista Rafael Moreno Valle y el morenista de Miguel Barbosa (Armenta hasta donde alcanza el registro del columnista no estuvo en esa condición con su correligionario fallecido en diciembre de 2022), para luego soltar en el salón de plenos la historia del sueño compartido.
“Hoy, sin embargo, no compartimos el mismo proyecto político, sin embargo, quiero decirle que Puebla tendrá rumbo y seguramente nos irá muy bien. Éxito en su nueva encomienda senador”.
Ambas piezas retóricas fueron utilizadas por dos mujeres de la política que a fuerza del camino militante andado terminaron por aprender a hacerlo en medio de una jauría de viejos lobos de la política en donde la improvisación es poco frecuentada porque el riesgo del pago de una alta factura es latente.
Una máxima en comunicación política establece que el gobernante o persona pública no es responsable de lo que quiso decir sino de lo que dijo, y lo que sucedió en el Senado de la República para despedir al senador y candidato a gobernador es ejemplo de ello.
Aunque también existe la causa probable de que en el espíritu de los dicho, en el subconsciente anide la idea de la derrota anticipada. Ya se verá.
@FerMaldonadoMX