La candidatura que, desde Puebla, desmonta la narrativa de Xóchitl Gálvez

La candidatura que, desde Puebla, desmonta la narrativa de Xóchitl Gálvez
Fernando Maldonado
Parabólica

parabolica.mx escribe Fernando Maldonado

Así como va la coalición Fuerza y Corazón por Puebla, la lista de perfiles que aparecerán en las boletas electorales el 2 de junio parecerá más una bitácora criminal que será difícil de presumir frente al electorado, al que buscan reconquistar en este proceso.

El fichaje ominoso de Guadalupe Martínez Gerardo, hija del tristemente célebre “Toñín” Antonio Valente Martínez Fuentes como candidata a la presidencia municipal de Quecholac no hace sino confirmar que la plaza, convertida desde hace años en foco rojo, tiene dueño.

El propietario del partido político que postula a la hija del desafiante Toñín, Pacto Social de Integración, es Carlos Navarro Corro, padre de quien es representante en Puebla de la candidata presidencial Xóchitl Gálvez, crítica de la inseguridad que priva en México.

Navarro Corro dijo no saber de las actividades del padre de su candidata al municipio de Quecholac, aún y con la existencia de ríos de tinta que han documentado las actividades ilícitas de la familia en esa demarcación municipal, enclavada en el llamado “triángulo rojo”.

Imposible suponer que un líder criminal como el personaje que se hace pasar como humilde agricultor con la capacidad para instalar una red de cámaras de videovigilancia en Palmarito, así como el financiamiento de una red de halcones para cuidar de sus intereses no haya tenido relación con el presidente municipal de Quecholac entre 2014 y 2018, Néstor Camarillo Medina.

Fue el periodo de gobierno municipal en que se produjo uno de los enfrentamientos más cruentos entre criminales al servicio de los grupos dedicados al robo de combustible de los ductos de Petróleos Mexicanos e integrantes del Ejército Mexicano que dejó como saldo 10 personas muertas.

La estrategia de medios que puso en marcha gente cercana al “Toñín” funcionó con una efectividad sorprendente. Un enviado al servicio del grupo criminal que tendió la emboscada al Ejército Mexicano salió una noche de Palmarito a la capital con archivos de video en usb’s para mostrarle al país una visión parcial de la cruenta batalla: la ejecución de un civil a manos de un soldado que fue tomada por medios en la Ciudad de México.

La guerra por el control de la plaza convertida en asiento de los huachicoleros se extendió al ámbito de los medios y ganó su primera batalla cuando consiguieron sembrar en la percepción el abuso de los solados en contra de civiles indefensos. La historia completa era diferente porque se trataba de la reacción a un ataque armando que cobró la vida de militares muertos por la espalda.

Todo eso sucedió mientras el candidato al Senado de la República de la coalición Fuerza y Corazón por Puebla era presidente municipal de Quecholac, la cabecera de la comunidad en la que el Toñín, padre de Guadalupe Martínez, la virtual candidata a la alcaldía.

Navarro Corro debe suponer que la historia de los Martínez en Palmarito Tochapan no requiere un examen exhaustivo para tomar una decisión menos cuestionable que permita dar consistencia al discurso de la candidata presidencial a la que representa su hija, la senadora Navarro y quien asegura enfrentará a los grupos de delincuencia organizada que tienen dominio sobre amplias franjas del país si gana la Presidencia de México.

 

@FerMaldonadoMX