parabolica.mx escribe Fernando Maldonado
Para que la cuña apriete tiene que ser del mismo palo, dice el refrán popular detrás del cual existe una alta dosis de veracidad, aunque haya iniciados en la política y procesos electorales que no lo adviertan.
Es en ese contexto que encaja la candidatura de María de la Barreda, que irá a buscar el voto por el distrito 17 considerado el de mayor significado para el Partido Acción Nacional.
Aunque la redistritación haya incluido colonias del sur, consideras como parte de la base electoral de otros partidos como en su momento lo fueron del priismo y ahora del panismo, aún están en ese perímetro El Cerrito, Huexotitla, Prados Agua Azul o Las Animas.
De la Barreda, la joven que ha desatado una oleada de críticas (hate) en redes sociales y cuestionamientos en círculos políticos como candidata de la coalición que encabeza Morena y aliados encaja en una lógica mucha más extensa que busca desarticular estructura y redes de filiación panista priista.
Si aún existe duda de lo anterior sólo hay que observar las bajas que han registrado en las bancadas de ambos partidos políticos en el Congreso del Estado y que dio paso a un inédito grupo plural, que de facto lo colocó como el segundo más importante luego de la bancada de Morena.
A la candidata de Morena, objeto de la diatriba de la clase política se le asignó la tarea de competir en las urnas por el distrito en el que la mayoría de los votantes suelen decidir por la persona primero, y por el partido después, según dicta la evidencia empírica.
María de la Barreda fue panista hasta que su madre, la presidenta municipal de San Pedro Cholula, Paola Angóndecidió romper un acuerdo político del que la propia dirigencia tuvo conocimiento, que establecía dejaría pasar a su propia hija para el relevo en la candidatura.
El solo empecinamiento de la edil en Cholula por repetir en la candidatura panista en lugar de dejar el paso libre a su propia hija como se había acordado concede una alta dosis de verosimilitud al contenido del audio que se convirtió en el escándalo poblano y según el cual, habría pagado 2.5 millones de pesos al entonces dirigente del PRI, Néstor Camarillo, a cambio de la nominación que finalmente ya no prosperó.
Nadie sabe para quien trabaja y en el empecinamiento de la frustrada panista está él origen de la postulación para ser abanderada en la capital por ese distrito.
El reto está en convertir a De la Barreda en una oferta política atractiva frente al voto conservador de las colonias tradicionales de la capital de Puebla, lo que la convertiría en un factor electoral para las campañas de Morena, incluyendo la del candidato a la alcaldía capitalina, Pepe Chedraui.
Es altamente probable que la jovencita que a media semana se convirtió en el objeto de las críticas en redes sociales y círculos políticos no alcance la victoria (pero todo puede suceder) en la elección del 2 de junio, pero es dable pensar en el boquete electoral que podría abrir en ese enclave panista en la capital.
Las variables están ahí, pero no necesariamente a la vista aunque en el análisis parcial no haya registro. Es poco conocida, pero con potencial de crecimiento; no es famosa, pero tiene pocos negativos; carece de una sólida formación política, pero habla y se conduce como la mujer promedio en el distrito; y para rematar, posee un fenotipo que la coloca más como una candidata panista que en Morena.
@FerMaldonadoMX