Parabolica.mx escribe Fernando Maldonado
El 26 de agosto del 2015, hace 9 años, inició la pesadilla para la familia de Paulina Camargo Limón la joven que este 2024 habría cumplido 28 años. Desde entonces la joven con 18 semanas de gestación se encuentra desaparecida y nadie sabe qué le pasó. Existe la convicción de que el novio José María Sosa Álvarez la privó de la vida y desapareció sus restos.
El caso tuvo una enorme relevancia en Puebla y México porque se trata del primer caso de feminicidio e infanticidio en la era de la alternancia política en el estado que dejó sin resolver profundos vicios que existen en el sistema de impartición de justicia, en investigación forense, la actuación de fiscales, ministerios públicos y jueces.
En marzo de 2015 la escena pública poblana estaba plagada de azul panista. El gobernador, Rafael Moreno Valle enfebrecido por ser candidato por la presidencia de México; y en el municipio capitalino, Tony Gali Fayad, promovido por el jefe del grupo político de la época. Como telón de fondo una frase convertida en instrumento de campaña que resultó una patraña por inconsistente: abre los ojos, lo mejor está por venir.
Muchas cosas cambiaron con el relevo generacional en la clase política, menos los males heredados por un modelo que en las apariencias, ofreció alternancia en todo, pero heredó serios pendientes. Por estos días, uno de los más graves: la impartición deficiente de justicia.
En marzo de 2018 la edición el periódico El Universal en la Ciudad de México publicó un amplio trabajo sobre el caso de Paulina-Chema, el presunto feminicida que aún se encuentra en el penal de San Miguel en la capital: “está a punto de obtener su libertad por un principio jurídico: no hay cuerpo del delito”, relató la publicación periodística.
“Con el alma en vilo, María del Rocío Limón y Rolando Camargo, los padres de la joven, observan a diario el calendario, saben que se acerca el posible día de la liberación. Entre el 30 de marzo y el 4 de abril”, decía el reportaje del diario y eso sucedió hace un lustro.
En las última horas un colegiado de la Segunda Sala Judicial concedió un amparo directo al imputado, del que la familia tuvo noticias en los pasillos del Poder Judicial, no por la vía institucional. Fue como si la intención detrás de este fallo hubiese sido producto de la secrecía, lejos de haber informado a la familia agraviada.
“No siento odio (…) estoy enojada, él (Chema, el presunto feminicida) siempre ha aparentado ser lo que no es”, dijo Rocío Limón la madre de la joven desaparecida. Aunque no ha dejado la batalla, no asoma lágrima alguna en el rostro, salvo el gesto adusto de quien carga sobre si un vacío injusto.
“Siento coraje. Frustración al pensar en lo que pudo haberle hecho a mi niña”, agregó don Rolando, quien junto con su esposa ha soportado todas las posibles versiones de lo que le sucedió a Paulina, incluso la que sugiere que fue víctima de trata, razón por la cual interpusieron denuncia.
El testimonio que María del Rocío Limón prestó a El Universal, “quien porta una playera estampada con el rostro de su hija, recuerda aquel miércoles 26 de agosto, cuando acudió al departamento de interés social de la unidad habitacional La Margarita, donde vivía José María”.
“Al entrar, no dio demasiada importancia a que las sillas del comedor estaban sobre la mesa. Tampoco tomó en cuenta que en el ambiente había un intenso olor a cloro, como cuando se hace un profundo aseo. Sólo quería saber de su hija.
“La joven fue vista por última vez un día antes, el 25 de agosto, cuando abordó un taxi. Ese día se encontró con su novio José María para supuestamente ir al ginecólogo y conocer los avances del embarazo. Nunca volvió a casa (…) mas tarde la familia descubrió que en aquel departamento había una mancha de sangre, que correspondía a dos perfiles genéticos, el de Paulina y el de un niño, el bebé nonato que tampoco aparece. El 30 de agosto de 2015 El Chema confesó que estranguló a Paulina dentro de su domicilio y después tiró el cuerpo en un contenedor de basura”.
Quien pudo haber terminado con la vida de la joven Paula Camargo volvió a ser imputado por desaparición de persona. Eso significa que enfrentaría una pena de al menos diez años o 20 de cárcel. Nadie ha ganado con esa tragedia, pero quien más lo ha padecido son los padres de la ausente Paulina.
@FerMaldonadoMX