parabolica.mx escribe Fernando Maldonado
El frente opositor llega al debate para gobernador del próximo domingo con saldos deficitarios. Así que para cuando Eduardo Rivera, el panista aliado con el PRI y PRD, se plante frente a sus adversarios deberá cargar sobre sus hombros con los pecados -probables delitos- de sus aliados.
En términos de opinión pública terminó por perder la batalla porque enfrente hay datos incontrovertibles. La seriedad de las imputaciones que enfrentan Tania Trejo y José Juan Espinosa, ambos candidatos a una diputación, dejó sin argumentos sólidos a la oposición.
La primera enfrenta acusaciones que implica probables delitos de orden federal y del fuero común que de confirmarse se habla de una pena entre 50 y 70 años de cárcel; el segundo fue denunciado por enriquecimiento cuando fue presidente municipal de San Pedro Cholula y perdió un amparo que lo mantiene como sujeto de aprehensión.
Los hechos de las últimas horas colocaron en el centro de la atención la dudosa reputación de los dos cuadros que el PRI, aliado de Acción Nacional y PRD en esta lucha electoral, postuló a cargos de elección.
Con ello quedó borrado del imaginario el episodio del fin de semana en que Rivera Pérez denunció un supuesto allanamiento en el fraccionamiento en el que se ubica su domicilio particular.
Ni siquiera el espectáculo que las dirigencias de los partidos aliados montaron a las afueras de Casa Aguayo al medio día se este miércoles permitirá disipar la percepción de que detrás del aliado del PAN, el PRI y Pacto Social de Integración existe un acuerdo inconfesable para abrir la puerta a perfiles criminales.
No se debe olvidar que detrás del PSI de Carlos Navarro Corro existen al menos otros dos perfiles de obvio conducta cuestionable como es el caso del ex edil de Tecamachalco, el panista Inés Saturnino López Ponce y Guadalupe Martínez, la hija de Antonio Valente Martínez Fuentes alias El Toñín, acusado de ser un huachicolero en la región del triángulo rojo.
No son las mejores prendas públicas con las que un candidato que busca la confianza y voto de la gente, deba portar en una campaña para tal propósito, sino al contrario porque contradice con solidez la narrativa de que la inseguridad que padecemos es responsabilidad del partido en el gobierno.
Cuando el lunes se efectuó el operativo de la Marina Armada de México junto con la Policía Estatal en esta columna se dijo, que la detención de la suplente de la dirigente priista, Delfina Pozos, junto con una célula criminal denominada “La Barredora”, presuntamente responsable de arrojar los restos de siete cuerpos en la zona del Periférico Ecológico, complicaba las cosas para el candidato Eduardo Rivera ante la proximidad del debate.
Nadie podría imaginar que tres días después el panorama para la oposición se tornaría aún más complejo. La mesa estará puesta para quienes participarán en el encuentro del próximo domingo.
Los candidatos de Morena y aliados, Alejandro Armenta, y de Movimiento Ciudadano, Fernando Morales, sólo deberán activar los dispositivos adecuados porque los misiles ya están dispuestos.
En el juego del poder, dijo Francis Underwood en House of Cards, sólo existe una regla: cazar o ser cazado.
@FerMaldonadoMX