Parabolica.mx escribe Fernando Maldonado
Como en la celebración de los contratos amañados, el resultado de la elección del domingo en el que la mayoría de las posiciones de relevancia las obtuvo Morena, habrá que poner cuidado en las letras pequeñas.
Y no porque una u otra de las coaliciones de mayor relevancia en la escena se hayan quedado con la mayor o menor tajada de pastel electoral para gozar de acceso a presupuestos o prerrogativas.
Se trata en todo caso de herencias rancias de la mafiosa forma de asignar candidaturas sin que reputación o ligas delictivas hayan sido impedimento para poder competir por cargos y presupuestos.
Al momento de escribir esta entrega la hija del sujeto a quien la picaresca conoce como “El Toñín”, Antonio Valente Martínez Fuentes, un sujeto a quien se le investiga por diversos delitos, incluso algunos de orden federal, mantenía una cómoda ventaja en el Programa de Resultados Electorales Preliminares.
Según este conteo tenía 14 mil 563 votos en la competencia por la presidencia municipal de Quecholac, un municipio pequeño que se conoce por dos grandes aspectos: es epicentro de huachicol en grandes dimensiones y porque fue gobernado por Néstor Camarillo, dirigente de facto del PRI estatal y futuro senador.
Su más cercano competidor, Agustín Osorio Flores de la alianza Morena-PT tenía 8 mil 500 sufragios, lejos de poder remontar en una jornada marcada por el escándalo pues los Martínez Fuentes hicieron campaña a bordo de autos de alta gama, imposible para cualquier labriego como se asumen.
El otro caso es el de Zacatlán, en el que el Pacto Social de Integración junto con el PRI y PAN, como en Quecholac, también postuló una candidata de dudosas cartas credenciales, Eloísa Barrios Rodríguez, que en el PREP reportaba 10 mil 686 votos.
Con una ligera ventaja la candidata de Morena-PT-Panal-Fuerza por México, Beatriz Sánchez Galindo arañaba la victoria con 12 mil 717 votos, pero no era definitivo, no obstante, el probado vínculo de Barrios Rodríguez con grupos de delincuencia organizada en toda la región.
Otra de las trampas que el sistema de partidos puso a los ciudadanos, el de la imputada de diversos delitos penales, pareja sentimental del jefe de una célula en Puebla del Cártel Jalisco Nueva Generación “El Apá”, Tania N.
Según el porcentaje de votación la novia del mafioso aún prófugo será legisladora suplente por el PRI una vez que la propietaria Delfina Pozos, líder de ese partido entre a la Cámara de Diputados pues al momento de la captura en un inmueble propiedad de un dirigente tricolor, el plazo para sustituirla había vencido.
Será la única legisladora de un partido que un día se dijo representar a las mayorías, que se alió con Acción Nacional, pero con una suplente tras las rejas por delitos de alto impacto.
En Atlixco, el municipio en el que los poblanos suelen pasar vacaciones y fines de semana el PAN decidió postular a un personaje con una fama adictiva, Benjamín Minuti López-Velarde.
Aún y cuando estuvo lejos de tener el triunfo con 14 mil 176 sufragios según el conteo preliminar frente a los 28 mil 782 de Ariadna Ayala de Morena, el dato es evidente: PAN y PRI junto con otras rémoras como PRD y PSI abrieron la puerta a probados perfiles delictivos, inestables emocionalmente y sin calidad política para representar a un sector ciudadano.
El peligro para México está en otros puntos, es evidente.
@FerMaldonadoMX