Parabolica.mx escribe Fernando Maldonado
Una imprecisión cometió Marko Cortés Mendoza, el repudiado dirigente del Partido Acción Nacional en el debate viralizado en redes sociales con el también repudiado Javier Lozano Alarcón, el poblano a quien, ahora se sabe, le volvieron a abrir la puerta de ese partido luego de su paso por el rancio PRI de Enrique Peña Nieto y su actuación como vocero del excandidato presidencia, José Antonio Meade Kuribeña en 2018.
Dijo, el niñato Cortés que, al ex secretario de Trabajo con Felipe Calderón, en el periodo sexenal de 2006 a 2012, se le había ofrecido la candidatura de mayoría relativa a la diputación por el distrito XI de Puebla capital en la elección en la que ese y otros partidos rivales de la 4T fueron literalmente barridos.
Lozano Alarcón negó haber pedido la candidatura plurinominal y ante la negativa, escurrió el futuro senador plurinominal y dirigente partidista, montó en cólera y de ahí la acusación que terminó con un “por eso estamos jodidos” ante la presencia de un grupo de perfiles menores que encabeza el publicista venido a menos, Carlos Alazraki.
El tramo de la historia que ayer fue contada en ese espacio llamado AtypicalTEVE y del que ayer se mofó hasta el ex candidato presidencial del Movimiento Ciudadano, Jorge Álvarez Máynez, encierra la difícil convivencia de los panistas que han tenido que ver una relación incestuosa con un degradado PRI que en Puebla dirige detrás de bambalinas, el senador electo, Néstor Camarillo Medina y en el país, otro repudiado, Alito Moreno Cárdenas.
No existe constancia de una petición cierta de Lozano Alarcón por la candidatura a diputado plurinominal en la elección del primero domingo de junio, como si existe evidencia insoslayable del pacto mafioso del dirigente panista en Coahuila para materializar esa relación de clóset con el PRI de los Moreira.
En realidad, a Javier Lozano el partido en el que ahora se sabe, se le fue ofrecida la candidatura por el distrito 9 de la capital, luego de que dos mujeres panistas de irrefutable militancia decidieron bajarse, entre ellas Mónica Rodríguez Della Vecchia, postulación a la que declinó, probablemente más por cálculo político que por la arrogancia que le es tan suya.
Por ese distrito compitió y obtuvo la victoria el hijo del ex gobernador Antonio Gali Fayad, Gali López que fue por el Partido Verde. El junior de los Gali, como el resto de los perfiles que postuló la alianza de Morena obtuvo una holgada victoria en detrimento de los panistas.
De haber aceptado la candidatura a diputado federal por ese distrito, el camaleónico panista-priista, habría vivido la segunda derrota en las urnas como sucedió en el año 2000 cuando como candidato del PRI, contribuyó con el mayor porcentaje de votación para que el PAN y su candidato Vicente Fox Quesada, de la coalición Alianza por el cambio obtuviera el triunfo y, por primera vez, permitiera la alternancia política en México.
Sin demérito sobre el tema que dio origen a la agria discusión en el espacio anti 4T de Alazraki, como la no militancia panista de Genaro García Luna, el ex secretario de Seguridad preso en Estados Unidos por haber conspirado con el narcotráfico en México, el pleito permite ver que, a conveniencia, unos y otros suelen contar media verdades y que, como todo pleito entre comadres, cuando hay una pelea, lo que sale a la luz es lo peor de ambas partes.
@FerMaldonadoMX
