Parabólica.MX escribe Fernando Maldonado
La ratificación de Paco Taibo II al frente del Fondo de Cultura Económica de parte de la presidenta electa Claudia Sheinbaum Pardo la media mañana de miércoles permite advertir que la política cultural del Estado seguirá por el camino que se trazó desde el inicio de la gestión del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Muy lejos de los estereotipos, la pretensión y esnobismo de las élites que dominaron en el pasado reciente el paisaje cultura, Taibo II ganó fama legítima pues durante décadas fue promotor tenaz de la historia política, la literatura y la cultura popular en el país, con la voz propia que les es característica, o a través de sus personajes.
En la década de los ’70 creó a uno de los personajes de la contracultura que generaciones de lectores bebimos a lo largo de varias entregas: Héctor Belascoarán Shayne, un detective con un negro sentido del humor que hizo todo tipo de trabajos en el llamado Distrito Federal y que recientemente llegó al streaming con el actor Luis Gerardo Méndez.
Taibo II es hijo de un escritor español refugiado en México tras la guerra civil española, Paco Ignacio Taibo I, quien por años creó una viñeta con un aparentemente inofensivo minino que apareció en la página editorial del diario El Universal: El gato culto, con una profunda carga filosófica que irremediablemente llevaba a la reflexión.
Una escena dibuja de cuerpo entero al recién ratificado titular del Fondo de Cultura Económica que se puede ver en paralelo. El 5 de mayo de 2012 al conmemorarse el aniversario 150 de la Batalla de Puebla, una muy selecta clase política con los panistas Rafael Moreno Valle y Felipe Calderón, atestiguaba el desfile que honra la gesta del general Ignacio Zaragoza.
Lejos de los ideales de la corriente liberal que defendía el suelo mexicano con el general Ignacio Zaragoza, la clase política de ese 2012 se regodeaba en el entarimado dispuesto para la ocasión, envuelta en finos ropajes, exquisitas fragancias y ajenos a la deshidratación de alumnos de escuelas públicas que debieron esperar la llegada del gobernador y presidente en turno.
Lejos de ese escenario de oropel en Puebla, al pie de la Cabeza de Juárez que se encuentra a la entrada de la Ciudad de México, sin ningún tipo de protocolo, con una pequeña mesa, unas veinte sillas de metal y sin una protección para el sol o la lluvia, Taibo II dictaba una apasionada conferencia sobre el momento histórico de aquel 5 de mayo de 1862 cuando Zaragoza enfrentó junto con un puñado de soldados y xochiapulcas al ejército francés.
Formaba parte de la “Brigada para leer en libertad” que permitió al creador de Belascoarán Shayne hablar en todo tipo de foros, en plazas públicas, parques o frente a públicos universitarios, como ocurrió con frecuencia en la Universidad Iberoamericana campus Puebla.
Provocador por naturaleza, una noche se paseó por las salas del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México con unos pantalones de mezclilla deslavados y una playera negra con la estrella roja al pecho. Era finales de 2018 y estaba envuelto en un escándalo nacional pues en la Feria Internacional de Libro de Guadalajara acababa de soltar una joya declarativa tras el triunfo de AMLO en las urnas: ¡se las metimos doblada, camaradas!
Todo mundo soltó una carcajada, menos la perfumada clase intelectual tan atinada para la construcción de eufemismos. Taibo II se encaminaba a dirigir el Fondo de Cultura Económica que volverá a conducir por seis años más.
@FerMaldonadoMX