Mueve Armenta sus primeras fichas

Mueve Armenta sus primeras fichas
Fernando Maldonado
Alejandro Armenta Parabólica

Parabolica.MX escribe Fernando Maldonado

Estaban todos los que tienen probabilidades de estar. Futuros servidores públicos que aún no comienzan funciones, en medio de una ola de especulaciones y futurismo. Fueron todos testigos de las palabras que no dejó lugar a dudas en una coyuntura particular: la distribución de los cargos públicos.   

A todas y todos el gobernador Alejandro Armenta dijo con ese estilo frontal, directo y enérgico: dejen de alimentar columnas, lisonja y especulación para sembrar nombres o trayectorias para generar percepciones e ilusiones.

Palabras más, palabras menos, dijo: no se les olvide que conozco a todos. Y no era metáfora pues desde que Melquiades Morales y Mario Marín dejaron sus respectivos gobiernos, Armenta es quizá el único mandatario que ha andado todo el estado, en pueblos y ciudades; caminos vecinales, veredas y carreteras; grupos afines y adversarios.           

La divisa es la discreción, pero también otras virtudes, públicas y privadas. Lealtad sí, prudencia sin duda y madurez o templanza también. Son los requisitos que deberán reunir quienes aspiren a formar parte del gabinete del gobierno que comenzará funciones a partir del 14 de diciembre de este año.

El perfil del servidor público del futuro gabinete obedece a una administración pública que se ha trazado el futuro gobernador, conocedor profundo del servicio público, pero también, de usos y costumbres que han dado origen a la clase política del pasado, pero sobre todo la del presente, a la luz de la 4T.

Pocos, los más informados y cercanos lo saben. Evidencia de lo anterior, los nombramientos que el propio gobernador electo hizo públicos esta mañana con Samuel Aguilar Pala, como secretario de Gobernación; Javier Aquino Limón, que deberá salir de esa encomienda para despachar como titular de Bienestar.

En la misma lógica se inscribe Ana Laura Altamirano Pérez, que ya fue secretaria de Desarrollo Rural con Miguel Barbosa y Sergio Salomón, para repetir en esa encomienda con el gobernador electo y Apolinaria Martínez Arroyo, que irá al Instituto Poblano de los Pueblos Indígenas.

La primera ronda de futuros funcionarios que la mañana de lunes anunció el gobernador electo ocurrió en ese contexto. Pasaron filtros y aduanas. Ninguno de los mencionados cometieron pecado capital alguno, según el credo de Armenta y más aún: debieron someterse a un escrutinio que aplica según las palabras de quien es el único en tomar las decisiones para componer el equipo de trabajo futuro.

Por ejemplo, revisar exhaustivamente no haber incumplido con deberes legales que también dibuja calidad política y moral personal, en el ámbito de la intimidad que se hace pública cuando se aspira a servir, y en materia fiscal. El día aquel que se les leyó la cartilla para evitar desgastar esfuerzos en la siembra de trascendidos para inclinar balanzas y criterios, escucharon una advertencia contumaz: no habrá espacio para deudores alimentarios, evasores fiscales o cualquier otro picadillo.

El lucimiento personal, la indiscreción y la arrogancia tan usuales entre quienes se asumen herederos naturales del “armentismo” no tendrán cabida en el reino de los cielos, el gobierno ni la función pública.

@FerMaldonadoMX