parabolica.mx escribe Fernando Maldonado
Mitos y leyendas se cuentan todos los días; en los barrios, colonias o el campo se suelen soltar versiones artificiosas que, por morbo, curiosidad o por el talante colectivo de un pueblo con que dotes de narrador, se reproduce; e incluso, enriquece.
No importa si la historia que corre de boca en boca, en mesas de café o en radio pasillo se carece de toda lógica por las asimetrías que el sentido común desmonta tras el más elemental de los análisis. La gracia está en eso: el mito que se adueña de la conversación.
En la arena política, por ejemplo, cunden. Ahí encierra otras intenciones, maliciosas casi todas, con propósitos de golpear, anular o sacar a la mala a quienes poseen virtudes o potencial de crecimiento.
Es el caso de la hipotética relación entre Tony Gali Jr., con el coordinador de los diputados federales de Morena, Ignacio Mier Velazco.
La leyenda cuenta por ejemplo que Gali Jr., cercano a un aliado de la 4T, Manuel Velasco, líder de facto en el Partido Verde, fue a la salutación, besamanos o festejo al cumpleaños de Mier Velazco en la primera semana de enero.
Detrás de ese pasaje, efímero y casi inadvertido, se omitió deliberadamente un dato que echa por tierra la historia, claramente incompleta.
Gali fue convidado bajo el supuesto de que ahí estaría, según se le dijo en la invitación que llegó desde la oficina de Mier, Adán Augusto López Hernández, el puente que permitió a los Gali llegar con el "Güero" Velasco.
Al legislador no importó desmentir o desestimar las versiones que soltaron desde su entorno cercano por razones que la lógica propagandística impone.
Desde que se decidió por competir por la Coordinación para la Defensa de la Transformación, Mier, y un minúsculo grupo tuvo claro que no existiría futuro posible sin la construcción de una leyenda que como en barrios, colonias y rancherías reprodujera una historia de un hombre con un compromiso desinteresado por el cambio de régimen en Puebla.
Se envolvió en ropajes de héroe democrático desde donde se asumió tribuno generoso que cedió su lugar a Miguel Barbosa para competir por segunda ocasión en la elección extraordinaria de 2019.
También vendió la idea del legislador más cercano a AMLO, así decían los cientos de anuncios espectaculares en todo el estado de Puebla que sólo los ilusos pueblerinos dieron como cierto.
Todavía hoy, ya derrotado en su desaforada carrera por la virtual candidatura al gobierno de Puebla por la coalición Morena-Verde-PT un grupo de ilusos asume que el grandilocuente Mier posee margen de operación para entregar o gestionar candidaturas en el futuro inmediato.
Uno de ellos es el panista y morenovallista Inés Saturnino López Ponce, un misógino ex presidente municipal de Tecamachalco que este fin de semana anduvo loco de contento en Cholula en la reunión que encabezó la candidata presidencial Xóchitl Gálvez y los candidatos a cargos de elección popular, Eduardo Rivera y otros.
La historia de ese encuentro entre Saturnino López Ponce y Mier Velazco, en la próxima entrega que bien podría asumirse como los saldos de una derrota anticipada: Amores de ficción y las viudas en el camino.
@FerMaldonadoMX
