Piso 17 escribe Álvaro Ramírez Velasco
Agoniza la LXI Legislatura del Congreso del Estado de Puebla, cuya composición resultó de las elecciones intermedias de 2021. La mirada al retrovisor, nos dice que en medio de apreciaciones particulares, sesgadas o calificaciones negativas que pudieran darse sobre el desempeño de los 41 diputadas y diputadas, se trató de un ejercicio que debió sortear coyunturas delicadas y verdaderos días de tormenta.
La mayor de las pruebas que enfrentó el Legislativo local fue la elección del gobernador tras la muerte de Miguel Barbosa Huerta. En medio de una metralla de presiones y amenazas, los diputados definieron hacer válida a toda costa la soberanía estatal y definieron que la titularidad del Poder Ejecutivo recayera en Sergio Salomón Céspedes Peregrina.
La madrugada del 15 de diciembre de 2023 los diputados y diputadas se atrincheraron, debieron apagar celulares e hicieron valer la autodeterminación, como poder del estado.
De nada valieron, por fortuna, los berrinches y pataleos de los dirigentes partidistas, ni los intentos desde la Ciudad de México por imponer a personajes ajenos, manos aviesas y ambiciosas o personas perjudiciales a los intereses de Puebla. ¡Vaya noche la que vivieron legisladores y legisladoras!
En cuando a los derechos a favor de las mujeres, la actual LXI Legislatura (2021-2024), que concluirá con el último minuto del 14 de septiembre, avaló reformas a normas secundarias que dieron como resultados las conocidas como Ley Monzón, que quita la patria potestad sobre los hijos al padre que haya cometido feminicidio o tentativa de feminicidio; la Ley Ácida, que tipifica como tentativa de feminicidio los ataques con sustancias corrosiva.
Junto con las anteriores, también como un logro de una lucha larga de la sociedad y de los colectivos, en la mayor relevancia, se concretó la legalización del aborto, un pendiente histórico y jurídico, que al menos tenía 15 años en la congeladora legislativa.
El actual ejercicio también avaló una nueva Ley de Movilidad y Seguridad Vial, reformas a la Ley del Notariado y la tipificación de la zoofilia como delito.
En el ámbito estrictamente partidista, pudimos ver, aunque sea por unas semanas, la desaparición de la bancada del Partido Revolucionario Institucional (PRI), cuando el único integrante que le quedaba debió solicitar licencia para ir a la competencia electoral, mientras los otros propietarios de las curules del tricolor o también pidieron licencia o dejaron su militancia.
Por lo menos unos días se pudo decir, parafraseando al gran escritor Tito Monterroso: “el dinosaurio ya no estaba allí”. Pero después volvió.
De los cargos de elección popular, en la opinión pública son las diputaciones las que peor calificación se llevan. Son considerados, en su mayoría, como políticos mediocres, levantadedos, que se la pasan de vacaciones buena parte del año y que cobran una alta dieta (sueldo) por no hacer nada o no hacer mucho.
Sin embargo, con sus excepciones y sus claros lunares y casos destacados, en colectivo la LXI Legislatura le cumplió a los poblanos y las poblanas, en la esencia de su representación popular.
Es cuanto.
@Alvaro_Rmz_V
