La editorial por Fernando Maldonado
La oposición en México comienza a quedar aislada en un alegato que de suyo, está perdido entre las prioridades que la sociedad en general tiene y que fueren de obvia y urgente atención.
La llamada sobrerrepresentación entre quienes se han opuesto a la distribución de plurinominales en la Cámara de Diputados en la Legislatura que está por entrar en funciones forma parte de un soliloquio que suena a necedad.
Aunque legalmente se ha hecho el cálculos de curules para cada uno de los partidos que compitieron a partir de convenios de coalición en una elección que terminó con la validez de lo resultados, los promotores de una nueva y mañosa interpretación de la ley no hacen sino buscar ganar en la mesa lo que no fueron capaces de obtener en las urnas.
La muy mexicana frase: “Jalisco nunca pierde, y cuando pierde arrebata”, viene bastante bien cuando de dibujar a los opositores en su cantaleta se trata, por conseguir lo que saben perdido, a la mala.
