La colisión de finales del Cretácico abrió el cráter de Chicxulub, de 180 kilómetros de ancho y 20 de profundidad, provocó la extinción de los dinosaurios.
Fue un punto de inflexión en la historia de la vida en la Tierra. Hace 66 millones de años, un asteroide de una anchura estimada de 10 a 15 km chocó contra la península mexicana de Yucatán, desencadenando un cataclismo global que erradicó cerca de tres cuartas partes de las especies del planeta y puso fin a la era de los dinosaurios.
El impacto pulverizó el asteroide y esparció sus restos por todo el mundo, aún presentes en una capa global de arcilla depositada tras aquel fatídico día. Un nuevo análisis de estos restos ha resuelto un largo debate sobre la naturaleza del asteroide, demostrando que era de un tipo que se originó más allá de Júpiter, en el sistema solar exterior.
Según la composición de los restos, el objeto que impactó fue un asteroide carbonáceo, o de tipo C, llamado así por su alta concentración de carbono. El estudio descartó que fuera un cometa o que la capa de escombros hubiera sido depositada por vulcanismo, como algunos habían especulado.
Un proyectil originado en las afueras del sistema solar selló el destino de los dinosaurios", declaró el geoquímico Mario Fischer-Gödde, de la Universidad de Colonia, Alemania, autor principal del estudio publicado el jueves en la revista Science.