Las relaciones de ambos gobiernos se enfriaron en los últimos meses; Ortega ignorara los intentos de liberar a un obispo opositor.
El gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva decidió expulsar a la embajadora de Nicaragua en Brasilia, Fulvia Patricia Castro Matus, en respuesta a la decisión del gobierno de Daniel Ortega de expulsar al representante brasileño en Managua, dijo este jueves una fuente diplomática a las agencias AFP y Reuters.
Las relaciones de ambos gobiernos se enfriaron en los últimos meses, pero la ausencia del embajador brasileño Breno de Souza en la conmemoración del aniversario 45 de la Revolución Sandinista generó "descontento" en el gobierno nicaragüense, aunque "él no fue el único representante diplomático que faltó", sostuvo la fuente.
El acto fue el 19 de julio pasado, según medios opositores nicaragüenses editados en el exilio. La fuente, que habló bajo condición de anonimato, dijo que Matus ya estaba avisada de la expulsión y debe abandonar Brasil más tarde el jueves.
Ante la reacción de Managua de pedir la salida del diplomático, "Brasil respondió diciendo que ese no era un camino productivo, un camino que conduciría a resultados positivos", de acuerdo con la misma fuente. Aun así, Nicaragua optó por pedir la expulsión y Brasilia actuó según el principio de reciprocidad. Las autoridades nicaragüenses no se pronunciaron sobre el asunto hasta el momento.
La relación entre Brasilia y Managua ya llevaba un tiempo fría, después de que Ortega ignorara los intentos de Lula para mediar, a pedido del papa Francisco, en la liberación de un obispo encarcelado y crítico declarado de Ortega, Rolando José Álvarez. Desde entonces, ha estado operando en mínimos para atender las necesidades de los ciudadanos brasileños en Nicaragua.
"Daniel Ortega no atendió el teléfono y no quiso hablar conmigo. Entonces nunca más hablé con él", dijo Lula el pasado 22 de julio en una conferencia de prensa con agencias internacionales.