Misael viaja desde Venezuela para cumplir el "sueño americano"
En medio de la travesía qué viven cientos de migrantes que atraviesan el país en busca de llegar a la Unión Americana para tener una vida mejor, nos encontramos una peculiar historia, un lomito llamado Rocko quien desde Venezuela viene acompañando al gran grupo de viajeros y principalmente a su humano.
Desde la Junta Auxiliar de Chachapa, perteneciente al municipio de Amozoc, Misael, el dueño del perrito Rocko nos platicó que este lomito lo ha acompañado en todo su peregrinar por México y como han sido "panitas" desde que este ejemplar era apenas un cachorritito.
Derivado a la condición tan precaria a la que se enfrentan los venezolanos en su país, fue que miles de ellos decidieron buscar mejores oportunidades llevando consigo apenas lo indispensable para sobrevivir a esta travesía. En las carreteras de México y en esta ocasión, en caminos de Puebla se les puede ver como llevan apenas unas cuantas pertenencias. Es muy común observar como llevan carreolas donde comúnmente muchas madres transportan a sus pequeños hijos pero ¿un perro? Eso sí nos pareció algo fuera de lo normal.
Desde que Misael y su familia tomaron la decisión de alejarse de su tierra natal, Venezuela, coincidieron en que no podían abandonar a su peludo amigo por ello, sin pensarlo decidieron emprender su aventura teniendo como guardián a Rocko.
"Lo traigo desde Venezuela, lo tengo desde chiquito... He tenido mil obstáculos, no desde aquí, desde que dejé mi país... No lo he dejado ni lo dejaré, hasta donde lleguemos juntos", mencionó Misael.
Así pues, destacó que el lomito Rocko es muy fuerte ya que ha aguantado todas las adversidades e inclemencias de la naturaleza pues para llegar a este punto de Puebla, ha caminado con pocos descansos desde Hidalgo y continuarán hasta donde la suerte les depare.
Por último, Misael pidió ayuda a los poblanos para que puedan colaborle para que a Rocko se le puedan aplicar las vacunas correspondientes ya que a consecuencia de este largo caminar, los cuidados y atenciones hacia este peludo han sido más difíciles de llevar a cabo.
Misael y Rocko son el claro ejemplo de que para la amistad verdadera, ni la distancia, ni la adversidad son pretexto para que esta relación perro-humano persevere al paso de los años.