Educación pública es humanista y cambia vidas, resalta el senador morenista
El senador por Morena, Alejandro Armenta, visitó la escuela primaria “Simón Bolívar”, en la colonia América Norte de la capital poblana, en donde cursó sus estudios “regreso emocionado, agradecido y orgulloso, porque soy un hijo de la educación pública, la muestra de que, en primer lugar, hay calidad en la enseñanza y, por otro lado, de que cuando se quiere, se puede”, señaló al reencontrarse con las docentes y directivos del plantel.
Como una muestra de agradecimiento, el senador Alejandro Armenta, junto con la directora María Patricia Palacios, inauguraron el aula de cómputo para las niñas y niños que hoy se preparan en ese espacio que él también pisó “se llama agradecimiento, en la vida siempre hay que ser agradecidos, esa fue una enseñanza de mi abuelita Cholita, por eso hoy vengo con gusto por lo mucho que recibí de mis maestras y de mi escuela primaria, con la convicción de que estas nuevas generaciones tendrán también magníficas oportunidades para su desarrollo personal, académico y profesional, en un futuro”.
Acompañado de las maestras realizó un recorrido por las instalaciones de la primaria “Simón Bolívar”, incluso recordó los salones en donde cursó el cuarto y quinto grado. Posteriormente revisó el anuario escolar donde aparece su fotografía.
“La educación pública es un tesoro, nos abre puertas, a quienes por alguna circunstancia carecen de los recursos para tener acceso a otro tipo de instituciones, como las privadas, les ofrece esa gran oportunidad de cambiar la vida, por eso mi reconocimiento permanente a mis escuela “Simón Bolívar”, a la BUAP, donde cursé mi carrera universitaria y a todas las instituciones públicas que cumplen con una labor humanista fundamental que es la formación de nuevas y mejores generaciones de patriotas”, argumentó.
Finalmente consideró que la escuela es una auxiliar en “la construcción de hombres y mujeres, que contribuyen y conviven en una sociedad democracia”, además de reiterar su agradecimiento por permitirle este reencuentro “de manera especial a la maestra Lupita Bravo, así como a quienes integran el Comité de Padres de Familia; me emociona mucho estar aquí, corrí este patio, disfruté de las películas que veíamos los martes, que era una gran emoción, ustedes maestros son ángeles y guardianes de la educación, protegen a nuestros hijos, aquí están los futuros empresarios, enfermeras, abogados, arquitectos, diseñadores, honren a sus padres que les aman, cuidan y preparan para la vida”.