Dan avisos de guerra civil por el control de la dirigencia estatal
El Partido Acción Nacional en Puebla vive momentos turbulentos con la resaca de la derrota electoral del pasado domingo 2 de junio.
Entre llamados a cuentas a la dirigente Augusta Díaz de Rivera y señalamientos contra el ex candidato a la gubernatura, Eduardo Rivera, el panismo poblano apenas procesa los avasalladores resultados comiciales y da aviso de una guerra civil por el control de la dirigencia, proceso programado para noviembre.
La noche del miércoles, una carta del ex candidato perdedor a la alcaldía de la capital, Mario Riestra, abrió la caja de pandora.
Y es que, apenas terminados los conteos, la dirigente Díaz de Rivera propuso que el dos veces alcalde y perdedor por la gubernatura se hiciera cargo del partido, que no consiguió diputaciones federales ni locales ni tampoco escaños senatoriales.
Riestra pidió convocar a una sesión del Consejo Estatal para iniciar un proceso de análisis y autocrítica sobre el reciente resultado electoral. El tema fue secundado por voces como la de Humberto Aguilar Coronado y Mónica Rodríguez.
Sin embargo, hubo voces como la de la diputada panista, Lupita Leal, quien urgió a renovar al PAN y se pronunció porque el excandidato a la gubernatura, Eduardo Rivera deje de “seguir destruyendo el rumbo del PAN estatal”.
Criticó que el panismo poblano tendrá a un diputado pluri por el PAN, como Francisco Javier Vargas Nava, que participó apoyando a Morena durante la pasada elección.
En el mismo sentido se pronunció el diputado Eduardo Alcántara, quien no solo fustigó a Eduardo Rivera, sino que pidió que ninguna persona ligadas al Yunque ocupe la dirigencia del PAN poblano.
Cuestionó el fallido acuerdo de alianza de la pasada eleccióny aseguró que se tuvo que cargar con el PRI, que el PRD fue equipaje y no equipo, y que no todo es Quecholac con el PSI.
Para el panista, Rafael Micalco, es necesario poner freno a la turbulencia entre panistas por el inicio de la pugna por la dirigencia estatal. También repudió la alianza con el PRI un partido “tan cuestionado” y el PSI un partido que no cumple metas.
“No comamos ansias”, dijo al panismo estatal, expuso que el PAN volvió a los resultados electorales de 1995 y añadió que se necesita regresar a la militancia las decisiones de sus municipios.