La señal de la Malinche

La señal de la Malinche
Fernando Maldonado
Parabólica Alejandro Armenta Eduardo Rivera Elecciones 2024

Parabolica.MX escribe Fernando Maldonado 

Si el medio es el mensaje, en el primer día del 2024 y a 48 horas del cierre de la precampaña, Alejandro Armenta impuso el ritmo de la contienda que está por comenzar para que poblanas y poblanos definan el rumbo de Puebla para los próximos seis años.

Al amanecer del 1 de enero decidió llevar a su equipo de trabajo a un recorrido de 4 mil 400 metros sobre el nivel del mar, en ascenso, para alcanzar la cima de la Malintzi, el parque nacional que Puebla comparte con Tlaxcala, y que ocupa en promedio unas cuatro horas de recorrido por senderos, arena y rocas.

Las características técnicas, físicas e intelectuales para la práctica de escalamiento en bosque y roca son particularmente complejas y se inscriben en el catálogo de deportes extremos que sólo quienes buscan una buena dosis de descarga de adrenalina pueden entender.

Además del equipo adecuado como calzado, traje, cuerdas, arneses, mosquetones y anclajes, se necesita disciplina, actitud y fuerza que sólo unos pocos reúnen.

Quienes son apasionados del senderismo y escalada saben de sobra que plantear un recorrido como el de nuestra Malinche, la séptima más alta de México, se debe poseer resistencia física y equilibrio emocional por los retos que supone para el organismo y los desafíos para encontrar la concentración requerida.

Antes del último aliento, al borde de la fatiga y cuando ya el tren inferior parece no responder ante una prueba física de esa dimensión, el deportista tiene presente un conjunto de ideas en la cabeza que se puede resumir, en una palabra: corazón.  

El columnista ignora el acondicionamiento físico que posee cada uno de los integrantes de equipo de trabajo del Coordinador para la Defensa de la Transformación y precandidato al gobierno de Puebla para acompañar ese ritmo, pero resulta bastante notorio que los valores de la lealtad y compromiso por el proyecto del morenista pesó en ese inédito ejercicio de activismo partidista.

El precandidato al gobierno del estado posee un conjunto de atributos en la práctica deportiva que lo colocan en una dimensión diferente al grueso de quienes iniciaron en la vida partidista, administrativa y política.

Su hoja de vida indica que desde joven inicio en las artes marciales y su sensei fue Koichi Choda Watanabe, uno de los padres del karate en México, entrenador de esa disciplina de la selección nacional, entre quienes se encontraban Yadira Lira, la medallista de los Juegos Centroamericanos y del Caribe y campeona mundial, por ejemplo.

Gusta de practicar el béisbol y ocasionalmente ha entrenado box recreativo, lo que lo convierte en el aspirante a gobernador con la mayor resistencia física como lo demostró el 1 de enero con ese ascenso a la montaña que decidió por el lado de Puebla, en San Miguel Canoa, la junta auxiliar de la capital.

Eduardo Rivera, el precandidato de la coalición partidista en la que lleva mano el Partido Acción Nacional hizo recorridos y encuentros en el interior del estado y algo similar ocurrió con Fernando Morales, del Movimiento Ciudadano, como dicta la ortodoxia en las artes de la política y la búsqueda de simpatías.

El mérito vale en una contienda, pero difícilmente será suficiente porque la parsimonia de la precampaña en medio de las fiestas de fin de año fue fragmentada con la señal desde la cima de la Malintzi.

 

@FerMaldonadoMX