El Blog de Puebla Deportes escribe Antonio Abascal
Len Dawson es el líder pasador de la franquicia de los Jefes de Kansas City con 28,507 yardas, aunque está muy cerca de perder ese sitio con Patrick Mahomes; Joe Montana tiene ese honor en los 49ers de San Francisco con 35,124 yardas, ambos ganaron súper tazones y comparten número con el que jugaron en sus respectivas escuadras, el 16. De hecho, cuando Montana llegó a los Jefes para la campaña de 1993 no pudo usar ese número debido a que ya estaba retirado en Kansas City en honor a Len Dawson y “Big Joe” no quiso forzar a romper la palabra de la directiva del equipo. San Francisco y Kansas City son franquicias que han compartido jugadores clave: Tras Montana, Steve Bono, Elvis Grbac y Alex Smith, todos mariscales de campo, tuvieron un recorrido similar, primero los 49ers con buenos momentos y luego los Jefes también con registros interesantes, mientras que actualmente Charvarius Ward ganó un Super Bowl bajo las órdenes de Andy Reid y ahora buscará hacerlo con Kyle Shanahan y los 49ers, sin olvidar al receptor Richie James primero en San Francisco y ahora con los Jefes.
Dawson (20 de junio de 1935-24 de agosto 2022) llegó a la antigua NFL tras jugar para la Universidad de Purdue, vía los Acereros de Pittsburgh pero sólo completó seis pases de diecisiete intentos sumando noventa y seis yardas, con un pase de anotación y dos intercepciones en tres campañas tras las cuales fue enviado a los Browns de Cleveland con quienes tampoco pudo consolidarse: Quince completos de veintiocho lanzados, 108 yardas, una anotación y tres intercepciones por lo que otra vez tuvo que mudarse ahora con los Texanos de Dallas donde logró establecerse ya que la campaña de 1962 fue la primera en la que llegó a más de dos mil yardas (2759) con 29 pases de anotación para liderar la liga en ese departamento, por lo que fue elegido al Pro Bowl. Al finalizar esa temporada, los Texanos se mudaron a Kansas City dando vida a la franquicia que hoy conocemos como los Jefes.
Con él en los controles, los Jefes se empezaron a fortalecer en Kansas City en 1964 regresó al Pro Bowl con una campaña de 2879 yardas y treinta anotaciones, para la campaña de 1966 los Jefes terminaron con marca de 11-2 y Dawson lanzó para 2527 yardas con 26 pases de anotación (lideró la liga) con sólo diez intercepciones para que su equipo llegara al I Super Bowl (aunque todavía no era conocido como tal, sino como el primer partido por el campeonato mundial de la AFL-NFL). El 15 de enero de 1967 en el Coliseo de Los Ángeles se enfrentaron los Jefes de Len Dawson, dirigidos por Hank Stram y los Empacadores de Green Bay manejados por el mítico Vince Lombardi con Bart Starr en los controles. Otra característica de Kansas City era su fortaleza en el juego terrestre con los corredores Mike Garrett, Bert Coan y Curtis McClinton pero en Los Ángeles no pudieron mantener el ritmo ante la maquinaria ideada por Lombardi.
Green Bay golpeó primero con un pase de treinta y siete yardas de Bart Starr a Max McGee, pero los Jefes fueron capaces de contestar con la misma fuerza con el pase de siete yardas de Len Dawson a Curtis McClinton para empatar el juego, en el segundo cuarto los Empacadores tomaron ventaja con el acarreo de catorce yardas de Jim Taylor aunque el campeón de la americana volvió a responder ahora mediante un gol de campo de 31 yardas a cargo de Mike Mercer cuando quedaban 54 segundos en el reloj de la primera mitad; al descanso el marcador indicaba 14-10 para los favoritos Empacadores pero los Jefes estaban en la pelea, hasta que el tercer cuarto se convirtió en una pesadilla ya que la defensiva de los “cabezas de queso” frenó el ataque de Len Dawson y la ofensiva golpeó con fuerza con dos anotaciones, una por medio de Elijah Pitts en acarreo de cinco yardas y la otra en un nuevo pase de Starr a McGee, ahora de trece yardas, en el último cuarto vino el remache con la anotación de Elijah Pitts en acarreo de una yarda. Green Bay no permitió puntos a la ofensiva de Kansas City en la segunda mitad para ganar con claridad por 35-10; Dawson finalizó el juego con dieciséis pases completos de veintisiete intentados para 211 yardas, con una anotación y una intercepción, mientras que su contraparte Bart Starr finalizó con los mismos dieciséis completos en veintitrés intentos para 250 yardas, dos anotaciones y una intercepción https://www.youtube.com/watch?v=-ihLXZ2-l7A&t=143s.
Kansas City tardó tres años en regresar al Super Bowl. A la siguiente campaña finalizó con marca de 9-5 y no llegó a la postemporada, mientras que en la de 1968 perdió en la ronda divisional por paliza ante los Raiders de Oakland, un año más tarde finalizó con marca de once ganados y tres perdidos para regresar al juego grande, otra vez con Len Dawson en los controles quien se ganó otro llamado al Pro Bowl. El 11 de enero de 1970 en el Estadio de Tulane en Nueva Orleans, los Jefes le dieron la bienvenida en este tipo de partidos a los Vikingos de Minnesota que eran dirigidos por Bud Grant. Fue un duelo defensivo, pero donde la escuadra de la Americana impuso condiciones en la primera mitad con un parcial de 16-0 con tres goles de campo de Jan Stenerud (otra de las figuras históricas de los Jefes, uno de los dos únicos pateadores en ingresar al Salón de la Fama) y una anotación terrestre de cinco yardas de Mike Garret. En el tercer cuarto cuando los Vikingos parecían reaccionar y anotaron por medio de Dave Osborn, Dawson respondió con un pase de cuarenta y seis yardas para Otis Taylor que se convirtió en el golpe letal con el que los Jefes se aseguraron el triunfo; Dawson terminó con 142 yardas gracias a doce pases completos en apenas diecisiete intentos (¡cuánto ha cambiado la NFL!) con una anotación y una intercepción, mientras que el mariscal de campo contrario, Joe Kapp sufrió dos intercepciones y finalizó con 183 yardas en dieciséis completos de veintitrés intentos https://www.youtube.com/watch?v=ujXDNwqeXo4&t=299s.
Dawson se retiró tras la campaña de 1975 finalizando con 28,711 yardas, 239 pases de anotación y 183 intercepciones, como el primero que le dio un anillo de Súper Tazón a Kansas City, marca que se mantendría por espacio de cincuenta años hasta que Pat Mahomes rompió la sequía de la franquicia en el LIV; ingresó al salón de la fama en 1987 y su número “16” fue retirado por los Jefes por lo que cuando Montana llegó al equipo prefirió cambiar de número y usar el 19 que había utilizado en su época juvenil y en el campo de entrenamiento de los 49ers de San Francisco. Tras el retiro de Dawson, los Jefes atravesaron una travesía por el desierto con catorce temporadas sin playoffs hasta que llegaron a la ronda de comodines de 1986 para vivir otras tres sin postemporada hasta que el arribo de Marty Schottenheimer como head coach les dio estabilidad y el regreso al protagonismo aunque lo más cerca que estuvieron de alcanzar el Super Bowl fue en la campaña de 1993 con Joe Montana en los controles y con Marcus Allen como corredor llegando hasta la final de conferencia que perdieron por paliza ante los Bills de Buffalo luego de que “Big Joe” sufriera una conmoción que lo alejó del juego https://www.youtube.com/watch?v=QqKifADd3CE.
La historia de Montana con los 49ers es muy nítida, San Francisco era un equipo que perdió un título nacional en 1949 ante los Browns de Cleveland, que en 1957 había caído en la ronda divisional frente a los Leones de Detroit (por 31-27 a pesar de que al medio tiempo ganaban 24-7), que al principio de los años setenta habían vivido una buena etapa llegando a la postemporada de forma constante con Dick Nolan como coach y John Brodie en los controles de la ofensiva pero en el que perdieron el juego por el título de la Conferencia Nacional dos años seguidos, en la campaña de 1970 perdiendo 17-10 frente a los Vaqueros https://www.youtube.com/watch?v=gfKuNbiQUGw y un año más tarde frente a los propios Vaqueros, ahora por 14-3 https://www.youtube.com/watch?v=bZ7GeHpzSyk. Todavía en la campaña de 1972 hubo un tercer enfrentamiento entre los gambusinos y los de la estrella solitaria, sólo que en la ronda divisional y se volvió saldar con victoria para Dallas, ahora por 30-28 con diecisiete puntos sin respuesta en el último cuarto por parte del equipo de Tom Landry https://www.youtube.com/watch?v=Hx3PKijM6Rw. A partir de ese momento, San Francisco cayó en el ostracismo, acabó la era Nolan, fueron seis campañas sin playoffs, la última de ellas con marca de 2-14 lo que llevó a la contratación de Bill Walsh quien seleccionó al mariscal de campo de la Universidad Notre Dame, Joe Montana, en tercera ronda en el puesto ochenta y dos, pero todavía sufrió otra campaña de dos triunfos y catorce descalabros antes de mejorar a 6-10 en la de 1980.
Montana se hizo con la titularidad de los 49ers de San Francisco en la campaña de 1981, donde fue elegido al Pro Bowl, finalizó con 3565 yardas, diecinueve pases de anotación y doce intercepciones para que los gambusinos regresaran a los playoffs con marca de trece ganados y tres perdidos (en las primeras tres semanas de la temporada tenían marca de 1-2 tras caer ante Detroit y Atlanta, pero luego ligaron siete victorias en fila antes de perder frente a los Browns de Cleveland y cerrar con otros cinco triunfos consecutivos). En la ronda divisional se impusieron 38-24 a los Gigantes de Nueva York para citarse con otro equipo del este, los Vaqueros de Dallas, en la final de la Conferencia Nacional que se disputó en el Candlestick Park de San Francisco, el domingo 10 de enero de 1982.
Los viejos demonios atormentaban a los aficionados de los 49ers que habían vivido las tres eliminaciones consecutivas ante los de la estrella solitaria una década antes y esos demonios parecían que no iban a ser exorcizados ya que los locales registraron seis balones perdidos, tres intercepciones a Montana, un balón suelto por el propio mariscal de campo y otros dos por parte de Bill Ring y Waltg Easley. Al medio tiempo el marcador indicaba 17-14 para los Vaqueros que tenían entre sus filas al mariscal de campo Danny White, al corredor Tony Dorsett y al pateador mexicano Rafael Septién. En el tercer cuarto, los 49ers recuperaron la ventaja con un acarreo de dos yardas de Johnny Davis para poner el 21-17 pero las entregas de balón ensombrecieron la tarde en la bahía, Dallas registró diez puntos en el último cuarto por lo que parecía se iba a repetir la historia de diez años antes cuando los de la Estrella Solitaria tomaron ventaja en el último cuarto.
Con el 27-21 en contra, la grandeza de Montana fue que a pesar de un partido en el que estuvo lejano a la perfección fue capaz de llevar a los 49ers a una serie ganadora con pocos minutos en el reloj, la acción que pasó a la historia del futbol americano se produjo en tercera oportunidad, en la yarda seis de los Vaqueros, Montana tomó el centro, salió rolado hacia su lado derecho pero los defensivos pusieron mucha presión y hasta tres de ellos se plantaron ante el mariscal de campo que cerca de las laterales saltó para enviar un pase profundo a la zona de anotación donde se receptor Dwight Clark venció la marca del esquinero Emerson Walls para bajar el pase y empatar el juego que con el extra de Wersching se convirtió en la ventaja para San Francisco https://www.youtube.com/watch?v=xLsFSsHnoxM aunque todavía su defensiva tuvo que frenar una intentona de los Vaqueros https://www.youtube.com/watch?v=6G-X5zd2nvE.
Montana exorcizó los demonios con esa jugada, los 49ers ganaron el Super Bowl XVI a los Bengalíes de Cincinnati https://www.youtube.com/watch?v=Er6Nnm90_l4, se establecieron como una dinastía ganando cuatro anillos en ocho temporadas, Bill Walsh entró en los libros como uno de los mejores coaches con su ofensiva de la Coesta Oeste y “Big Joe” fue reconocido como uno de los mejores dejando jugadas para el recuerdo como aquella serie ofensiva en el Super Bowl XXIII para derrotar a los propios Bengalíes de Cincinnati con el pase a John Taylor para arrebatar la victoria a una escuadra que había jugado muy bien https://www.youtube.com/watch?v=SNg1V6HvheA. Una dinastía nació ese 10 de enero de 1982 de la mano de Joe Montana y Dwight Clark.
Dawson y Montana dos mariscales de campo que construyeron una mentalidad ganadora en sus respectivas franquicias, mismas que después de muchos vaivenes se vuelven a encontrar en un Super Bowl con los Jefes buscando un nuevo título que ya les permitía ser considerados como la nueva dinastía de la NFL y unos 49ers que buscan exorcizar nuevos demonios para romper un ayuno de veintinueve años sin campeonato. Mahomes ya ha superado muchas marcas de Dawson, Brock Purdy intenta escribir una nueva historia en la franquicia que Joe Montana engrandeció aunque el domingo ya podría imponer un primer gran sello: De Mr Irrelevant (ser elegido con la última selección colegial en el draft) a campeón de Super Bowl.
@abascal2