Madres de la plaza de mayo y el Mundial

Madres de la plaza de mayo y el Mundial
Antonio Abascal
El Blog de Puebla Deportes Futbol

El Blog de Puebla Deportes escribe Antonio Abascal

Uno de los jugadores que menos se mencionan cuando se habla de la “Naranja Mecánica” de los setenta es el defensor Wim Rijsbergen quien participó en Alemania 74 y Argentina 78 aunque en este último jugó solo la primera ronda debido a una lesión. En cambio, en tierras teutonas fue parte esencial del equipo de Rinus Michels, de hecho, él participó en la construcción de la jugada que terminó con la falta de Berti Vogts a Johan Cruyff en los primeros compases de la final en la que los locales le dieron la vuelta tras el gol de Neeskens https://www.youtube.com/watch?v=ue4NWBISn6c. En Argentina 78 fue titular en los tres partidos de la fase de grupos con victoria neerlandesa de 3-0 ante Irán https://www.youtube.com/watch?v=8_dlVFPRPQg, el empate a cero frente a Perú y la derrota de 3-2 contra Escocia en el que se lesionó https://www.youtube.com/watch?v=65idFgXDzdw y por ello ya no pudo continuar perdiéndose la final contra Argentina.

El mundial de Argentina se jugó del 1 al 25 de junio de 1978 en el marco de una dictadura militar que encabezaba el teniente general Jorge Rafael Videla y, si bien es cierto que cuando el país sudamericano fue electo vivía otras condiciones políticas, sigue siendo uno de los más polémicos de la historia. Argentina sufría una gran inestabilidad política: Desde que recibió la sede hasta el momento de la inauguración pasaron tres presidentes constitucionales y cuatro dictadores intervinieron en la organización del mundial, cuando en mayo de 1973 cayó la dictadura de Alejandro Agustín Lanusse, Héctor Cámpora se hizo cargo del ejecutivo para renunciar poco después lo que significó la tercera elección de Juan Domingo Perón quien creó la Comisión Nacional de apoyo al XI Mundial dentro de la órbita del ministerio de Bienestar Social, a cargo de José López Rega, durante esta etapa se definió el logo del campeonato.

El 24 de marzo de 1976 cayó el gobierno de Perón y una junta militar tomó el control imponiendo un régimen de terrorismo de estado. Un sector de esta junta encabezado por Jorge Rafael Videla y el secretario de economía José Alfredo Martínez de Hoz estaba en contra de organizar la justa señalando que era un gasto desmedido, otros como Emilio Massera veían la importancia política de llevarlo a cabo. La polémica radica en que, desde ese marzo de 1976 al momento de la inauguración, FIFA tuvo oportunidad de dar un golpe de timón y no lo hizo.

La política de terrorismo de estado se refiere a una política de represión ilegal, violencia indiscriminada, persecuciones, tortura sistematizada, desaparición forzada de personas, centros clandestinos de detención, manipulación de la información; durante los siete años que duró la dictadura (1976-1983), el gobierno hizo desaparecer, asesinó, torturó, secuestró y obligó al exilio, así como borró la identidad de miles de personas, que las organizaciones de derechos humanos han cifrado en treinta mil víctimas. En esa nación, FIFA llevó a cabo una Copa del mundo sin escuchar los gritos de personas que en todo el mundo pedían la cancelación de la fiesta o el cambio de sede; mientras que algunos países clasificados a la justa pedían a sus futbolistas no ir para de esta manera presentar una queja mediática ante la represión que los argentinos sufrían.

Ante esta situación una organización se creó de forma natural en Argentina para denunciar las desapariciones, buscar a los miembros de muchas familias que se perdieron y poco a poco fue ganando reconocimiento internacional. El 30 de abril un grupo de mujeres se apostó en la Plaza de mayo, la más importante ya que se ubica enfrente de la Casa Rosada, la sede del ejecutivo en Argentina; su objetivo era recuperar con vida a los detenidos desaparecidos inicialmente y luego establecer quiénes fueron los culpables de los crímenes de lesa humanidad para promover su enjuiciamiento. Al principio permanecían sentadas, pero al haberse declarado el estado de sitio, la policía las expulsó del lugar, a los pocos meses, aprovecharon la peregrinación a “nuestra señora de Luján” se colocaron un pañuelo blanco para identificarse y a partir de ahí se convirtió en su símbolo: Las marchas de los jueves a las tres y media de la tarde alrededor de la Pirámide Mayo y el pañuelo blanco https://www.youtube.com/watch?v=CyLVff18Q9c.

La idea de reunirse en la plaza de mayo surgió de forma natural, el 30 de abril de 1977, cuando un grupo inicial de catorce madres estaba esperando ser atendido por el secretario del vicario castrense en la Curia Metropolitana; Azucena Villaflor entendió que individualmente no conseguirían su objetivo por lo cual se tenían que manifestar en grupo, las catorce madres caminaron a la plaza y se quedaron de pie enfrente de la Casa Rosada. El grupo original estaba conformado por la propia Villaflor, Berta Braverman, Haydée Gastelú, las hermanas María Adela, Julia, María Mercedes y Cándida Felicia Gard, Delicia González, Pepa García de Noia, Mirta Baravalle, Kety Neuhaus, Raquel Arcuschin, Antonia Cisneros, Elida de Caimi, Ada Feigenmüller de Senar y una joven de la cual no se dio nombre; al viernes siguiente aparecieron más mujeres, entre ellas Hebe de Bonafini, la historia de estas madres en busca de sus hijos se fue comentando de boca en boca ya que la prensa no difundía su protesta, a la tercera reunión decidieron cambiar el día para todos los jueves a las 15:30 por ser un día y una hora en el que muchas personas transitaban por ahí.

También hubo desapariciones entre ellas, entre el 8 y el 10 de diciembre un grupo militar secuestró a doce personas vinculadas con las madres de la plaza de mayo entre las que se encontraban Azucena Villaflor, Esther Ballestrino, María Ponce de Blanco, las monjas Alice Domon y Léonie Duquet (ambas de nacionalidad francesa) y otras siete personas vinculadas a organizaciones en pro de los derechos humanos. El grupo que se quedó continuó con la lucha y encontró en el mundial de futbol un foro ideal para ganar repercusión internacional ya que los periodistas internacionales comenzaron a entrevistarlas; incluso la televisión neerlandesa dejó de transmitir la actividad mundialista un jueves para presentar la marcha https://www.youtube.com/watch?v=OBlVz3VO09k.

Durante muchos años la represión de la dictadura argentina se utilizó para criticar a la FIFA y se romantizaron algunos acontecimientos ligados a futbolistas y las madres de la plaza de mayo; incluso se llegó a manejar que la gran figura neerlandesa, Johan Cruyff se negó a jugar el mundial como protesta a lo que sucedía en Argentina, cuando en realidad el “flaco” había vivido un hecho traumático cuando fue secuestrado. El propio Cruyff relató que el 17 de septiembre de 1977 estaba ya en su casa viendo un partido de baloncesto en la televisión cuando alguien llamó a la puerta, al abrirla se encontró con una pistola apretada contra su cabeza y lo obligaron a tumbarse en el piso, sus hijos pequeños estaban en la casa y a su mujer también la obligaron a agacharse, acto seguido prosiguió a amarrar al jugador para lo cual el maleante dejó un momento la pistola, situación que aprovechó la esposa de Cruyff para salir corriendo por lo que el sujeto la persiguió, con los gritos, los vecinos ayudaron al futbolista y a su familia reduciendo al secuestrador, pero el neerlandés contaba que los meses posteriores fueron muy duros, tenía vigilancia policial permanente y además le pedían no decir mucho para no dar ideas a otros grupos; por tal motivo no podía dejar sola a su familia durante ocho semanas de concentración, Cruyff siempre dijo que jugar un mundial implicaba concentración máxima por lo que si tenías dudas no podías ir.

Ernst Happel, quien se había hecho cargo de la selección neerlandesa, viajó a Barcelona para convencer al futbolista, pero Cruyff se mantuvo firme en su decisión, eso sí, sin poder expresar la verdadera causa de su negativa por recomendación policial; la prensa lanzó conjeturas, algunas pusieron como culpable a la esposa del jugador, el público le mandaba cartas para convencerlo sin éxito, Países Bajos jugó Argentina 78 sin Cruyff y él contó la verdadera historia treinta años después una vez que sus hijos ya no estaban en su casa.

Otra de las versiones que se han manejado con respecto al mundial de Argentina nos lleva de nuevo a las madres de la plaza de mayo ya que en muchas ocasiones se les ha relacionado con la selección sueca. El país escandinavo tiene una tradición de defensa de los derechos humanos en la política internacional, es muy recordada la actuación del embajador sueco en Chile, Harald Edelstam quien protegió a varios perseguidos políticos después del golpe militar de Augusto Pinochet https://www.youtube.com/watch?v=RYPNLUn9opM. En el caso argentino, la selección sueca estaba enterada de lo que sucedía, una joven con ascendencia sueca, Dagmar Hagelin, había sido capturada (después se supo que por error) y su desaparición generó que Suecia retirara a su embajador; por ello había peticiones para que la selección sueca no acudiera al mundial, los escandinavos arrancaron con un buen empate a uno ante Brasil (un partido también con historia político-social por el gesto de Reinaldo cuando anotó el gol sudamericano levantando el puño a la usanza de las panteras negras para denunciar la segregación que se vivía en Brasil, el futbolista sólo volvió a jugar contra España en la copa del mundo de acuerdo a lo que contó el historiador Ángel Iturriaga en su cuenta de x @anituarco https://www.youtube.com/watch?v=8Z3d8tCklII), pero luego perdió 1-0 con España (con gol de Asensi https://www.youtube.com/watch?v=8z7JEwXK24c) y Austria para quedar fuera de la justa.

Se hablaba de que algunos jugadores sucos se habían reunido con las madres de la plaza de mayo, algunos señalar al arquero Ronnie Hellstrom junto a Roy y Roland Andersson en las manifestaciones sin que en realidad esto ocurriera incluso el guardameta declaró en una entrevista en Terra Magazine con el periodista Ezequiel Fernández Moores: “No era yo. No. Recuerdo haberlas visto, pero no fui a la Plaza. Un par de jugadores fueron, pero no recuerdo quiénes". En cambio, otro miembro del equipo sueco, el delantero Ralf Edstrom contó haber vivido una especie de secuestro exprés cuando antes del partido ante Austria salió a un bar por un café y mantuvo una conversación con un extraño y luego tuvo consecuencias: “La historia es correcta, pero no recuerdo que me hayan mostrado su arma. Tomé un café en un bar cercano al hotel y hablé con el hombre que me había dicho que era un abogado, lloró cuando le dije que era de Suecia. 'Un país libre', según me dijo él. La noche siguiente dos hombres vinieron a las afueras del hotel, me agarraron por el brazo y me dijeron que fuera con ellos. Me asusté mucho, me llevaron por los corredores hasta una habitación debajo del hotel. Me sentaron en una silla, donde un hombre vestido de militar con anteojos de sol estaba al otro lado de la mesa. Le mostré mi identificación como jugador de la Copa del Mundo, me dieron una taza de café y después de eso me liberaron. Me asusté mucho".

La selección de Países Bajos vivió una presión similar con algunos sectores de la opinión pública de su país que pedían que no fuera a Argentina, incluso un comediante llamado Freek de Jong dijo: “Irán al mundial como héroes, volverán como colaboracionistas”, al igual que en el caso de Suecia se habla de jugadores que se reunieron con las madres de la plaza de mayo como Arie Haan y Ernie Brandts quienes tiempo después negaron esa versión, pero hablaron de un compañero que sí lo hizo: "No teníamos permitido salir del hotel. Sólo un jugador de nuestro equipo vio a las Madres. Salió del hotel y nos contó". Ese futbolista era Wim Rijsbergen que al haberse lesionado tenía tiempo libre, alquiló una bicicleta y fue a la manifestación donde habló con ellas: “El único jugador del que está documentado que visitase a las Madres de Plaza de Mayo fue Wim Rijsbergen. (...) Quizás en parte por disponer de mucho tiempo libre (...) alquiló una bicicleta y se fue a ver a las Madres. Charló con ellas y comprendió lo horrible de lo que allí pasaba. El impacto de su conversación fue tal que durante mucho tiempo continuó estando en contacto con ellas y siguió apoyando su causa", escribió Quique Peinado en su libro “Futbolistas de izquierdas: entre futbol y política”, agregando que treinta años después en la presentación del libro “Futbol en una guerra sucia” apareció Rijsbergen para saludar a Nora de Cortiñas, parte de las madres de la plaza de mayo, y al campeón del mundo con Argentina, Leopoldo Luque.

La organización de las madres de la plaza de mayo ha seguido luchando por el esclarecimiento de miles de desapariciones de 1976 a 1983, ha fundado varias instituciones como un café literario y una librería, una universidad popular, una estación radiofónica en amplitud modulada llamada “Radio la voz de las madres”: “El mundo nos premió, hay calles y plazas que llevan nuestro nombre, premios Sakarof, UNESCO, el premio de la libertad, de la educación; más grandes y más chicos, de pequeñas escuelas, radios, todo lo recibimos en nombre de nuestros hijos, no hay nada que sea para nosotras, nosotras somos un pequeño lugarcito, tal vez más pequeño que el útero, que recibe todo en nombre de ellos. Y hoy, también, en nombre de nuestras compañeras que no están, no solo de las que fueron secuestradas, sino de muchas que han ido muriendo y cuyas cenizas están en la Plaza. Porque cuando no estemos más, vamos a seguir estando ahí, en la Plaza, naceremos por las hojitas, por las florcitas, por los árboles, por los pajaritos, vamos a estar. Somos felices con lo que hacemos. Sí, tenemos entre 75 y 91 años, estamos aquí, ustedes nos ven. No faltamos un día a la Casa, no faltamos a la Plaza, y tenemos una reunión de Comisión por semana”, dijo Hebe de Bonafini en una entrevista para el diario Página Digital. Once años después falleció (20 de noviembre de 2022), pero su legado continúa. 

 

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