Editorial escribe Jesús Olmos
El mensaje del domingo por la mañana, dirigido por el presidente Andrés Manuel López Obrador a la nación, estuvo lleno de mensajes cifrados y otros muy directos.
Primero, porque rompe con todos los mitos respecto a su eternización en el poder, ya fuera mediante la reelección, la militarización o por asimilación con Claudia Sheinbaum.
Segundo, porque indica el camino que seguirá el movimiento que fundó, que se volvió partido político y que terminó por ser el que consiguiera una avasallante mayoría en las cámaras.
Y último, porque hasta el final, ha sido él mismo. El que tanto criticaron y menospreciaron, el mismo necio y terco, el que no doblega sus ideas, para bien o para mal de él mismo o el país.
@Olmosarcos_