La editorial escribe Jesús Olmos
Durante décadas el pueblo de México se quejó que sus gobernantes comenzaban proyectos gigantescos que jamás eran terminados.
Se hablaba de refinerías y nunca se construía, puentes y aeropuertos que excedían y duplicaban o triplicaban sus tiempos de entrega, ya no digamos de los costos.
Con todo lo que se diga, el presidente López Obrador está imponiendo una regla que debería quedar para la posteridad.
No se iniciará ninguna obra de Gobierno que no se concluya en el mismo periodo y se deje funcionando y echada a andar. Y que no se destruya y reconstruya el país cada 6 fin de sexenio.
@Olmosarcos_
Jesús Olmos
