El Blog de Puebla Deportes escribe Antonio Abascal
Superó una guerra en la que vivió de niño y en la que se escondía en un sótano con su abuelo mientras las tropas de la OTAN bombardeaban Serbia y su capital Belgrado, inició su camino en el mundo del tenis y parecía un invitado a la conversación entre Rafael Nadal y Roger Federer dos iconos deportivos, reconocidos tanto por su capacidad en las pistas de su deporte como por su deportividad; Djokovic llegó a retarlos, al principio era el burlón y el que no respetaba, pero en cada torneo dejaba muestras de su calidad y muy pronto dejó la etiqueta de invitado para escribir auténticas batallas con ambos, para superarlos en las superficies favoritas del español y del suizo y para dejar huella gracias a su gran competitividad; Federer se retiró y dejó la escena para nuevas batallas entre Nadal y Djokovic, hasta que las lesiones frenaron al mallorquín lo que aprovechó el serbio para convertirse en el máximo ganador de torneos de Grand Slam y conseguir su gran sueño: La medalla de oro en Juegos Olímpicos.
Pese al logro, pese a que cada una de las personas que participan en las giras del mundo del tenis ha reconocido tener una vivencia y un detalle del serbio para con ellos, pese a que viajó miles de kilómetros para estar en la despedida de Juan Martín del Potro, con quien vivió extenuantes batallas, en Argentina y pese a las palabras del querido jugador argentino, a Djokovic lo persigue una etiqueta y lo envuelve en la polémica de manera injusta. El último episodio se vivió por la tarde de Melbourne y la noche del jueves en México cuando se retiró tras perder el primer set de la semifinal del Abierto de Australia por 7-6 (7-5) en la muerte súbita por una lesión que sufrió en la ronda previa ante el español Carlos Alcaraz; una vez que se dio el retiro el público australiano lo despidió ente abucheos e incluso Zverev tuvo que usar el micrófono para pedir que pararan dichos abucheos: “No silbéis a un jugador cuando se retira por una lesión. Sé que habéis pagado la entrada, pero es que Djokovic ha dado todo por el tenis durante veinticinco años. Ha ganado este título con una rotura en el muslo y en el abdominal. Mostrar un poco de amor hacia él", dijo el alemán que el domingo buscará su primer título de Grand Slam frente al número uno del mundo y campeón defensor, el italiano Jannik Sinner (otro que vive en la polémica luego de su doping positivo hace un año y el trato que recibió por parte de las autoridades tenísticas al no castigarlo y hasta retrasar el anuncio de su caso).
Djokovic vive entre la calidad innegable que posee, el dominio de todas las superficies, las marcas que ha roto, la alegría por haber ganado la medalla de oro en singles en París 2024, los detalles con Del Potro, con el propio Nadal y con varios tenistas incluyendo a un Alexander Zverev quien en la rueda de prensa compartió que hace un año platicaron largo y tendido cuando el alemán atravesaba por una crisis y los recuerdos de su enojo en el Abierto de Estados Unidos que le costaron la expulsión del torneo, su negativa a vacunarse contra COVID-19 y la deportación en Australia debido a esa razón hace algunos años, entre otros episodios. El serbio es el máximo ganador de torneos de Grand Slam, pero una parte del público sigue sin aceptarlo y en ese sentido sigue batallando con las alargadas sombras de Nadal y Federer, porque en todos los demás ya los superó incluyendo ser el más completo de los tres.
Ha ganado diez torneos de Australia, el último hace dos años arrastrando una lesión muscular, que se celebra en cancha dura; tres Roland Garros en arcilla y disputando duramente ante el rey de la superficie, Rafael Nadal, siete Wimbledon (Federer ganó ocho en lo que era su superficie predilecta) y cuatro US Open para sumar los veinticuatro que ostenta hasta la fecha, aunque el último que levantó fue el de Estados Unidos en septiembre de 2023 ante el ruso Daniil Medvedev; Federer se coronó seis veces en Australia, una en Roland Garros, las ocho comentadas en Wimbledon y cinco en Estados Unidos que además fueron de manera consecutiva; por su parte, Rafael Nadal sumó dos campeonatos en Australia, catorce en Roland Garros, dos en Wimbledon y cuatro US Open. Al principio Djokovic fue el “niño malo” de los tres, pero poco a poco fue aprendiendo de los otros dos y a lo largo del tiempo ha dado muestras de gran deportividad como en la final olímpica de París 2024 donde consoló a su rival, Carlos Alcaraz del que siempre se ha expresado bien.
Otras estadísticas hablan de la calidad del jugador serbio: En Australia llegó a 61 veces en las que ha disputado cuartos de final de Grand Slam, nunca ha perdido en la primera ronda, la semifinal frente a Zverev fue la número cincuenta en este tipo de torneos y alcanzó las 382 victorias en 433 partidos en los cuatro grandes.
Nació el 22 de mayo de 1987 en Belgrado, su padre era un buen jugador de tenis de mesa y su madre tiene ascendencia croata, empezó a jugar a los cuatro años luego de su padre le regalara una pequeña raqueta y una pelota suave que se convirtieron en sus juguetes más preciados, a los seis años acudió a una clínica de tenis en el club Partizán, muy famoso en futbol, donde conoció a Jelena Gencic quien había sido una buena jugadora en los años setenta, descubridora de Mónica Seles y Goran Ivanisevic quienes brillaron a nivel internacional, la primera alcanzando el número uno del mundo y el segundo como ganador de Wimbledon. Gencic se convirtió en la entrenadora del pequeño Nole durante seis años convenciéndolo de usar el revés a dos manos a diferencia de una como lo ejecutaba el estadounidense, Pete Sampras ídolo del aprendiz, entrenadora y niño desarrollaron una fuerte relación ya que Gencic se graduó como la especialidad de historia del arte de la facultad de filosofía de la Universidad de Belgrado, además de que trabajó mucho tiempo en el canal del estado de Belgrado, que se transformó en Radio Televisión de Serbia, del que llegó a ser su directora. Cabe recordar que cuando Gencic falleció en 2013, Djokovic se acordó de ella y la mencionó en alguno de sus triunfos.
Ese niño que se escondía con su abuelo en el sótano de un edificio mientras la OTAN bombardeaba Belgrado nunca ha escondido su nacionalismo, usa camisas con los símbolos de su país, declaró en contra de la independencia de Kosovo, un territorio que Serbia considera clave históricamente para el desarrollo de la nación serbia, y ha contribuido a la renovación de monasterios ortodoxos, mientras que la fundación que lleva su nombre ofrece ayuda humanitaria a los niños de los enclaves serbios repartidos por ese territorio mayoritariamente con población albanesa. En 2023 durante el desarrollo de Roland Garros, que terminó ganando, escribió en el lente de la cámara de televisión al pie de la cancha: “Kosovo es el corazón de Serbia, paren la violencia”, lo que generó la reacción de la ministra francesa de deportes considerando las acciones del serbio “poco apropiadas”, mientras que Djokovic admitió que sabía que mucha gente no estaría de acuerdo, pero era algo que defendía: “Kosovo es nuestra cuna, nuestro bastión, el centro de las cosas más importantes para nuestro país. Hay muchas razones por las que escribí eso en la cámara”.
El mensaje de Djokovic causó molestia en las autoridades olímpicas de Kosovo quienes pidieron que se levantara un procedimiento disciplinario contra el serbio e incluso varios analistas en política internacional explicaron el significado de la frase del tenista, uno de ellos, Guy Delauney, corresponsal de la BBC en los Balcanes afirmó: “Su significado simbólico sigue siendo muy importante para muchos serbios. La Batalla de Kosovo de 1389 ha sido mitificada como el evento crucial en el nacimiento de la identidad serbia. Y muchos de los sitios más importantes de la Iglesia Ortodoxa Serbia se encuentran en el actual Kosovo”.
Justamente en esos días de felicidad que siguieron a la medalla dorada en París, Djokovic dijo algo que pasó desapercibido para la mayoría de sus detractores, pero que lo refleja con total claridad: “He logrado todos mis objetivos, pero me encanta este deporte y no lo practico solo para ganar, lo practico porque me gusta competir, entrenar, mejorar mi nivel. Este deporte me lo ha dado todo y quiero devolvérselo con sacrificio", al tiempo que recordó que entrena como un muchacho que está empezando. En contraparte hoy que se fue abucheado por el público australiano dijo que entendía la reacción debido a que esperaban presenciar una batalla contra Zverev y no se había dado y por primera vez abrió la posibilidad del retiro: “No sé si haya sido mi último partido en Australia”.
La polémica parece acompañar a Djokovic quien justamente en el Roland Garros de 2023 bromeó al respecto diciendo que no había Grand Slam en el que no lo acompañaba el drama, pero estamos ante una personalidad auténtica, que en esta época en la que los medios y las redes construyen héroes deportivos que aparentan ser perfectos como el propio Federer y su exquisita técnica, así como el dominio absoluto de la arcilla de Nadal, así como su deportividad, Djokovic ha sido el más humano de los tres, el que más lejos de la perfección ha estado y él siendo consciente de esa situación no se ha escondido, ha reconocido sus errores como su salida de tono en Estados Unidos y ha defendido las posturas en las que cree. Cada vez que Djokovic se ha parado en un escenario olímpico o de Grand Slam ha existido una garantía para los aficionados de ver un buen espectáculo, incluso en esta semifinal trunca ante Zverev regaló algunos puntos de gran calidad; más allá de gustos personales se debe reconocer todo lo que Djokovic le ha dado al mundo del tenis, su capacidad competitiva sin importar la superficie y el hecho de no esconderse ante las polémicas que lo han acompañado. Hablamos de un gran deportista y de un hombre congruente.
@abascal2