De ídolos americanistas y valores deportivos

De ídolos americanistas y valores deportivos
Antonio Abascal
El Blog de Puebla Deportes

El Blog de Puebla Deportes escribe Antonio Abascal

Raúl Alonso Jiménez anotó dos goles en el empate de su equipo, el Fulham ante el Ipswich Town, ambos fueron en una de sus especialidades los penales y sirvieron para que se convirtiera en el mexicano con más goles en la Liga Premier superando a Javier Hernández. Sobre la historia del canterano americanista ya hemos platicado otras veces para destacar la manera en la que ha peleado para continuar su carrera europea, la forma en la que se levantó de esas lesiones tan duras, la fractura en el cráneo que llegó en su mejor momento futbolístico y la pubalgia de 2022, había voces que pedían que regresara a México o emigrara a Estados Unidos, pero él se mantuvo firme y esta campaña ha encontrado regularidad en el Fulham donde ya acumula ocho tantos, mientras otros se han negado en jugar en equipos porque no disputan Champions League y desprecian así la oportunidad de estar en Inglaterra, el oriundo de Tepeji del Río, Hidalgo,  ha peleado para mantenerse en ella y así se ha ganado el respeto, por lo que ojalá hubiera más jugadores mexicanos como el canterano de las Águilas.

Para los mexicanos las anotaciones de Jiménez Rodríguez tuvieron mucha importancia, en redes sociales se subieron distintas narraciones de los dos penales (que, por cierto, cobrar dos penales en el mismo juego es muy difícil y él lo hizo con gran prestancia) para subrayar el momento y destacaban alguna por su creatividad. Este es un ejemplo de cómo algunos se han confundido y han tratado de igualar desde los medios el protagonismo de los jugadores en la cancha. El gol de Jiménez es histórico con la narración que sea, ya que lo importante es su logro y su significado, no lo que un hombre (o mujer) sentado diga en ese momento. Con o sin narración el gol se materializó, fue el empate a uno, el que colocó a Jiménez por encima de Hernández y eso nos tendría que llevar a seguir hablando del autor del logro y no de la forma en la que se cantó el gol.

Los protagonistas del mundo deportivo son los atletas, jugadores, sus entrenadores y nada más, los periodistas deportivos somos un intermediario, privilegiado porque estamos en el lugar de los hechos, pero sólo un intermediario entre esos hechos del mundo deportivo y la afición. Claro que hay verdaderos periodistas que hacen muy bien su labor, hay talentosos narradores que le dan vida a los partidos, pero a pesar de ello, el protagonismo siempre debe recaer en los que sus acciones deciden el rumbo del deporte. Si una persona que se dedica a los medios aspira a robar ese protagonismo al atleta ya está cometiendo un grave error, pero por desgracia, en estos tiempos de vistas en las redes sociales y de raitings en medios electrónicos cada vez es más común encontrar personajes que se creen más importantes que los propios deportistas, cuando siempre son ellos, los atletas, la razón de ser de las transmisiones y de los relatos periodísticos porque sin sus hazañas no habría historias que contar y, por lo tanto, no habría espacio para el periodismo deportivo.

Grandes personajes de la locución siempre han existido, en México podemos hablar de Ángel Fernández o Emilio Fernando Alonso para el futbol, Jorge “Sonny” Alarcón para el béisbol, Fernando von Rossum y Antonio de Valdés para el futbol americano, mientras que a nivel periodismo deportivo José Ramón Fernández marcó un parteaguas porque le dio un toque crítico y de investigación; sin embargo, cada uno de estos casos entendieron que el verdadero protagonista era aquel que ejecutaba la acción que ellos contaban. En el caso de Emilio Fernando Alonso enriquecía sus narraciones de temas históricos del deporte o de la ciudad en la que se desarrollaba el partido por lo que contribuía a la ampliación de la cultura general, pero por desgracia hoy parece que para ganar audiencia hay que gritar, hay que criticar sin argumentos, hay que peinarse de manera diferente, y por desgracia, todo se centra en hacer show, lo que significa contribuir cada vez menos a un entendimiento de los deportes https://www.youtube.com/watch?v=pLXsoL-E5tI.

Las discusiones se centran en quién es el mejor de los tiempos, en hacer menos los méritos de los deportistas, en generar un pensamiento dicotómico en el que si le vas a un equipo no puedes aceptar los méritos del rival o si un jugador milita en el contrario entonces no hay posibilidad de aceptar sus logros. De hecho, esta marca que impuso Raúl Alonso Jiménez es un ejemplo de ello, los aficionados a Javier Hernández han mostrado en redes sociales la manera en la que resolvía partidos, la importancia de los clubes para los que jugó y hasta el hecho de que Jiménez sea un especialista en los penales para tratar de hacer menos su marca, cuando la realidad es que ambos son importantes, ambos han escrito trayectorias muy meritorias, mientras Hernández Balcázar estuvo centrado en el futbol, y ambos son mexicanos. Reconocer a uno y al otro no hace que sea menos aficionado a las Chivas o al América, pero ese es el problema de las tendencias que hoy se dictan tanto en las redes sociales como en la televisión.

El pensamiento dicotómico no contribuye a entender el mundo del deporte, me puede gustar más Cristiano Ronaldo que Lionel Messi, pero si verdaderamente me gusta el futbol tengo que reconocer la grandeza del argentino, puedo ser fan de los 49ers de San Francisco por Joe Montana o Steve Young, pero debo reconocer la grandeza de los Vaqueros de Dallas de Troy Aikman, Emmitt Smith y Michael Irvin entre otros. El deporte no es un tema de blanco o negro, como toda actividad social tiene matices que deben ser explicados por especialistas, esos intermediarios privilegiados que deben coadyuvar a la comprensión del deporte y no sólo repetir temas a través de las dicotomías.

Los goles de Raúl Alonso Jiménez, canterano americanista, que en liga mx sumó 96 partidos con 36 tantos y trece asistencias, más otras competencias para terminar sumando 103 partidos con las Águilas con 38 anotaciones y diecisiete asistencias, también enmarcaron una semana donde se habló mucho de los valores del americanismo tras la muerte, a los 68 años, de Cristóbal Ortega, el jugador con más campeonatos, con más partidos y más temporadas con los azulcremas. Un futbolista que siempre vistió la playera del equipo de Coapa, que debutó en 1974 y que, siendo importante en ese rol, al inicio de la década de los ochenta Carlos Reinoso le cambió la posición, retrasándolo al mediocampo para trabajar la contención junto con otro canterano como Juan Antonio Luna. La dinámica de Cristóbal y la habilidad que había desarrollado lo llevaron a ser intocable en un mediocampo talentoso, Ortega fue una de las piezas claves no sólo para Reinoso sino para Miguel Ángel López y Jorge Vieyra, en ese América que dominó la década a partir del trabajo de los canteranos y de la calidad de extranjeros muy bien escogidos.

Tras darse a conocer su deceso, Alfredo Tena, el “capitán furia” dedicó palabras muy sentidas para su compadre y dejó en claro que más allá de todos los títulos que dejó la importancia de Ortega para el americanismo eran los valores que había demostrado, valores que han hecho grande a la institución y que se siguen enseñando en la cantera americanista, de la que emanó Raúl Alonso Jiménez. Alfredo Tena usó la palabra “valores” tanto en su mensaje en Facebook, como en cada una de las entrevistas que concedió para demostrar el americanismo de Cristóbal Ortega. Los equipos, a nivel nacional e internacional, que trascienden son los que defienden valores ligados a la institución, los que son capaces de enseñarlos a las nuevas generaciones de jugadores, mientras los que se estancan son los que pierden el camino de esos valores.

Alfredo Tena y Cristóbal Ortega representan los valores más profundos del americanismo, esos que ellos conocieron cuando eran jóvenes en la cantera, que más tarde ejemplificaron en la cancha y ya retirados en cada una de sus trincheras, en el caso del primero con un trabajo destacado en la cantera americanista, pero que ahora con un América convertido en el primer tricampeón en la historia de los torneos cortos (que este año se cumplirán veintinueve años de su instauración) se vuelven a mencionar. Precisamente, Álvaro Fidalgo el mediocampista español que es pieza clave del funcionamiento azulcrema de Andre Jardine comentó en sus redes sociales sobre el significado de Cristóbal Ortega y envió su pésame a la familia. Que un jugador extranjero conozca la historia del equipo para el que juega, el peso de algunas personalidades como Cristóbal Ortega, no sólo habla bien de Fidalgo, habla bien de la institución y de la forma en la que está comunicando y enseñando sus valores a los recién llegados.

No sólo se trata de ganar, sino de las formas en las que lo haces. Hubo un tiempo que el América dejó de ganar títulos, tras trece años de ayuno Manolo Lapuente les dio un nuevo campeonato y a partir de ese momento hubo otros momentos de gloria como el campeonato conseguido con Mario Carrillo en la dirección técnica en el que ofreció un futbol espectacular, vino otra época de vacas flacas en la que hasta visitó los últimos lugares de la tabla general, pero una vez que el América fue capaz de rescatar los valores de los que habla Alfredo Tena, una vez que volvió a trabajar de manera correcta en las fuerzas básicas aparecieron figuras como Raúl Alonso Jiménez, Guillermo Ochoa y tras un proceso muy lento en el que incluso lo enviaron a otros clubes como Puebla y San Luis, hoy Ramón Juárez aparece consolidado en la defensa central. Al igual que el poderoso América de los ochenta, compuesto por canteranos mexicanos y extranjeros de gran nivel como Héctor Miguel Zelada o Eduardo Bacas, entre otros, que defendían la playera y conocían la estirpe del club, hoy que goza de grandes resultados, sus extranjeros también conocen el pasado ganador de la franquicia y a los jugadores que han construido ese sello.

Otros equipos mexicanos tienen una gran historia, pero sus actuales directivas han fallado en comunicar esos valores, esa grandeza y por eso tanto los mexicanos como los extranjeros que juegan ahí no se preocupan en defender la playera, cumplen con saltar a la cancha y en el mejor de los casos tratan de rendir, otros ni siquiera se preocupan por ello. Hay muchos méritos deportivos en el tricampeonato americanista, pero todo inicia desde el momento en que su directiva ha sido capaz de transmitir su historia y sus valores, lo que implica un mayor compromiso por parte de los nuevos jugadores. Pero, así como los equipos de futbol deben honrar su historia y sus valores, el periodismo deportivo también debe honrar sus propios valores y, por desgracia, se están perdiendo, sin embargo, así como sucede con los clubes los que conocen esos valores a la larga van a tener un mayor recorrido que comentaristas o influencers de moda, pero pasajeros.