El Blog de Puebla Deportes escribe Antonio Abascal
27 de marzo de 2024: El plantel completo del Puebla de la Franja utiliza una conferencia de prensa de media semana para “pedir disculpas” por los malos resultados y asegura que “se matará en la cancha” para revertir la situación; el capitán Diego de Buen es quien toma la palabra: “Muy apenados por el momento que no está tocando vivir. Los resultados de este torneo no son los que este club merece, entendemos que estén enojados y nosotros también lo estamos. Queremos comprometernos a que estos cinco partidos restantes el equipo va a demostrar dentro de la cancha esa identidad que tanto nos ha llevado a conseguir grandes cosas, que como aficionado poblano te sientas bien representado por nosotros allá dentro. Nos vamos a matar, a ilusionar a toda la gente y la unión va a ser importantísima para conseguir esto. Regresemos a que el Cuauhtémoc pese, a que esta Franja sueñe otra vez, recordemos todas estas grandes noches mágicas en el Cuauhtémoc que hemos podido disfrutar, ilusionarnos”; fueron las palabras del capitán https://www.youtube.com/shorts/T96Zfn9AWcQ, pero en la cancha los resultados no mejoraron: Derrota 3-2 en el Cuauhtémoc ante Tigres, mismo marcador en contra frente a Chivas en la casa del Rebaño Sagrado, descalabro de 1-0 en el Cuauhtémoc ante Cruz Azul, cayó 3-1 en Tijuana y 2-1 en el Cuauhtémoc frente al América, cinco derrotas al hilo para cerrar el campeonato con el récord de menos puntos y catorce descalabros.
7 de marzo de 2025, tras perder en casa contra Pumas: “En representación de todo el plantel queremos primero que nada disculparnos con toda la afición y todos los que están involucrados en el Puebla y asumir que somos cien por ciento responsables del momento del equipo. La verdad es que tenemos un cuerpo técnico que trabaja muchísimo y demasiado bien, y cada uno de los partidos que hemos perdido o empatado han sido de la manera en la que ellos nos dijeron que íbamos perder o empatar; en todos los partidos por a por b, por circunstancias puntuales o por no hacer en determinado momento lo que nos dijo el entrenador y su cuerpo técnico, hemos perdido puntos importantes, entonces sin más que agregar tienen el respaldo del plantel, todos ellos al cien por ciento y asumimos que la responsabilidad es toda de nosotros”, dijo Emanuel Gularte quien terminó con el gafete de capitán y cumplió cien partidos con la Franja a quien se sumó Brayan Angulo, quien fue expulsado por acumular dos amarillas en el primer tiempo, a los minutos 18 (por no permitir un cobro de falta en terreno universitario) y al 45 por una barrida a destiempo sobre Pablo Monroy: “Somos conscientes del momento que vive el equipo, del momento que vive el club y respaldamos cien por ciento al profe, las situaciones de los partidos que hemos perdido, de los puntos que hemos dejado ir han sido claramente situaciones puntuales, responsabilidad de nosotros los jugadores, el grupo sigue unido con nosotros mismos con el cuerpo técnico y quedan partidos y el equipo lo va a pelear hasta el final, vamos a dar todo y queríamos hacérselo saber a la afición y a toda la gente que está involucrada” https://www.youtube.com/watch?v=R-N-A35wvRo.
Cabe destacar que junto a Gularte y Angulo aparecieron Luis Quiñones y Miguel Jiménez; de los cuatro que dieron la cara, sólo Angulo estuvo también en la conferencia de prensa del 27 de marzo de 2024 ya que Gularte estaba en Querétaro, aunque el uruguayo regresó el semestre pasado para ser parte del plantel que dirigió José Manuel de la Torre sin lograr una gran cosecha de unidades, pero sí con mejores resultados que en el Clausura 2024 y de los que hasta el momento se han tenido en el actual certamen.
Casi con un año de diferencia hay palabras muy parecidas, otras que deben acrecentar la molestia porque los propios jugadores están reconociendo que no le hacen caso a un cuerpo técnico del que aseguran trabaja bien y con el que dicen estar comprometidos. Gularte dijo: “Cada uno de los partidos que hemos perdido o empatado han sido de la manera en la que ellos nos dijeron que íbamos perder o empatar; en todos los partidos por a por b, por circunstancias puntuales o por no hacer en determinado momento lo que nos dijo el entrenador y su cuerpo técnico, hemos perdido puntos importantes”, por lo que, si revisamos los números tras once juegos, el Puebla sólo ha ganado dos, empatado otros dos y perdido siete, por lo que quiere decir que en nueve de once juegos, los futbolistas no le han hecho caso al cuerpo técnico https://www.youtube.com/watch?v=Aa6NQQxY6q8.
Las palabras resultaron vacías en el cierre de marzo de hace un año, palabras como compromiso, frases como “nos vamos a matar”, e "ilusión" se usaron sin que se cambiara la dinámica de malos resultados. El viernes se habló de respaldo al cuerpo técnico, cuando ese respaldo se demuestra en la cancha y ahí dos tarjetas amarillas en un lapso de veintisiete minutos por parte de un jugador que cumplirá 37 años en noviembre no embona. Tampoco que un guardameta que acaba de cometer un error que costó un tanto aparezca, sin decir palabra, en la conferencia de prensa. Cada una de las palabras que se vertieron hace un año no se comprobaron en la cancha, las palabras del pasado viernes también suenan huecas por lo que sucedió en el juego contra Pumas y porque la loza desde enero de 2024 hasta el momento es muy pesada: 32 derrotas de los últimos 45 juegos, mientras de los restantes trece son siete victorias y seis empates, con otro dato llamativo: Entre Ricardo Carbajal, Fernando Aristeguieta, Andrés Carevic y ahora Pablo Guede sumaron tres entre todos ellos, no superan los triunfos que cosechó hace un semestre José Manuel de la Torre con cuatro, pero que se fue porque los jugadores no lo respaldaron.
Tal parece que la directiva, entre tantos errores que ha cometido, está prisionera de unos jugadores que algunos lograron las clasificaciones consecutivas a la liguilla, pero la realidad es que cuando has perdido el 71.11% de los juegos que has disputado las responsabilidades, como dicen los jugadores, tienen que ser compartidas y ciertamente con un peso importante para los jugadores, hay situaciones en la que los cuerpos técnicos tampoco han ayudado, otros en la que la preparación física ha resultado deficiente, otros en los que la directiva no ha apoyado (no hubo refuerzos de peso para el Apertura 2024), en ocasiones se ha tardado demasiado con los fichajes como sucedió en la actual temporada donde Moyano, Fedorco y hasta Julio González llegaron ya con el torneo iniciado, y en específico en la actual temporada el cuerpo técnico también ha contribuido con los malos resultados al no ser claro con las rotaciones.
Jugadores que no han justificado su titularidad, que cometen muchos errores o que se han hecho expulsar como Facundo Waller sin problemas han recuperado su lugar en el once, cuando otros más cumplidores como Pablo González van y vienen de las alineaciones; la única vez que Brayan Garnica, refuerzo para esta temporada ya que conoce a Guede, fue utilizado como extremo derecho significó muchos problemas para el hermano Mazatlán, pero luego no ha vuelto a tener minutos de peso; Ferrareis se fue a la banca, Quiñones no ha sido el mismo de la temporada pasada donde desde su llegada marcó diferencia, Moyano ha ido de más a menos y en los últimos juegos no ha demostrado las razones por las cuales el timonel lo pidió tanto, a la par que el viernes Jesús Rivas fue exhibido al ingresar al minuto 65 y salir al 84 por José Rodrigo Pachuca, luego de que no pudo frenar a Jorge Ruvalcaba.
Los jugadores tienen razón cuando dicen que situaciones puntuales no han ayudado a rescatar puntos, incluso tienen razón al afirmar que esas circunstancias son su responsabilidad porque hablamos de las expulsiones de Waller en Pachuca o la de Angulo el viernes frente a Pumas, pero tan solo son una parte de la ecuación, hay una serie decisiones de Pablo Guede que también han actuado en contra: En muchas ocasiones los cambios no han ayudado a mejorar al equipo, al contrario, lo han empeorado y como muestra el partido contra Pumas porque al sacar a Quiñones y Ferrareis dejó de preocupar, en otros partidos los cambios han sido defensivos o la decisión de dar descanso de inicio a Emiliano Gómez en un duelo directo como el de la semana pasada frente a Gallos Blancos del Querétaro, regalando minutos que aprovechó el rival; incluso la postura de quedarse sentado en la banca faltando veinte minutos habla ya de un hartazgo del timonel, habla de que no encuentra la forma de hacer rendir a sus futbolistas y más allá de la posición de los jugadores y del “respaldo” que dieron al cuerpo técnico ya es hora de determinaciones porque la actitud el argentino demuestra cansancio.
A lo largo de su rica historia el Puebla ha vivido etapas muy complicadas porque no fue sencillo recuperar la tradición original tras haber sufrido una salida de la liga y el incendio de su estadio para regresar en segunda división, tras el ascenso no fue fácil consolidarse en el máximo circuito, tampoco fue sencillo sobrevivir a la persecución del Imperio, que eso sí llevó a la venta de la franquicia y al fin de la época más gloriosa, no fue fácil soportar dos descensos en seis años y escándalos constantes, pero cada una de esas etapas no fue tan oscura como la actual ya que por donde se le busque no hay razones para ser optimistas, salvo la ausencia del ascenso y del descenso, porque este equipo inició con aspiraciones de no pagar la multa ya que podía involucrar a Atlas, Querétaro, Juárez y hasta Santos, pero ahora la realidad dice que Atlas se ha escapado a seis puntos, que los Gallos Blancos ganaron el duelo directo, que Juárez se ha ido a ocho, que Santos ya saca trece y lo que es peor es que el hermano Mazatlán que llegó a estar a más de diez puntos, ya sólo está a cinco para colocar al Puebla como el peor y pagar la multa más cara; es decir, de aspirar de escapar de las multas, a luchar por no acabar en el último sitio y depositar ochenta millones de pesos, esa es la realidad del equipo, más allá de las palabras compromiso, respaldo y “queremos que este cuerpo técnico se quede a pesar de que no le hacemos caso”, que es la traducción de lo que dijeron los futbolistas el viernes por la noche.
Ya no es hora de palabrería, de aplaudir “la responsabilidad” que mostraron los capitanes del equipo, ya es hora de reconocer que esta es una de las etapas más oscuras en la historia del Puebla: Una directiva que no voltea hacia la Angelópolis porque sólo entiende de raitings y compromisos comerciales, porque si le interesara un poco al menos se preguntaría ¿Qué ha pasado desde hace un año cuando se dilapidó el crédito que se había construido en el cociente con las buenas campañas de Larcamón y hasta la de veinte puntos de Lalo Arce? ¿Qué sucedió en la administración del equipo con los cambios en la dirección general porque los malos resultados llegaron con Gabriel Saucedo o sólo es una coincidencia? ¿Por qué estamos tan mal en casi todas las parcelas con los peores torneos en la historia en las ramas varonil y femenil sin poder levantar cabeza en ambas ramas? ¿Por qué antes se produjeron las noches mágicas de las que habló De Buen hace un año y al menos en las damas había más orgullo? ¿Qué han dejado de hacer los empleados que están en el día a día del club? Pero lo más triste es que cada una de estas preguntas debieron hacerse hace un año cuando el equipo varonil hizo cinco puntos y cuando hubo una estampida de talento en el femenil a partir de la salida del anterior director deportivo. Dejar que el club siguiera con esa inercia habla de un desinterés total, así tal cual, hoy el Puebla es un club abandonado a su suerte y parte de esa suerte es contar con jugadores que respaldan sin acatar órdenes, contar con un técnico de frases bonitas pero nula rebeldía ante los malos resultados, un entrenador del femenil que desconoce las características de sus jugadoras, en resumen, un club lleno de palabras vacías.