Con más perspectiva escribe Leticia Montagner
Un estudio científico publicado en la revista de salud pública líder a nivel mundial, The Lancet Public Health, demostró que los hombres experimentaron un mayor grado de pérdida de salud y una carga más alta de enfermedades que desembocan en una muerte prematura, pero las mujeres sufren más patologías que merman su calidad de vida.
En pocas palabras, el género moldea la salud, las mujeres viven más años, pero en peor estado que los hombres.
El sexo y el género dan forma a la salud pues el hecho de ser hombre o mujer interacciona con otras variables, como la raza, la situación socioeconómica, la edad o la orientación sexual, y precipita un camino de salud diverso, con un riesgo mayor de unas u otras enfermedades y una esperanza de vida distinta.
La investigación estadounidense profundizó en estas diferencias y concluyó que los hombres experimentan un mayor grado de pérdida de salud y tienen una carga más elevada de enfermedades que desembocan en una muerte prematura, como las lesiones por accidentes en carretera o los problemas cardíacos.
Las mujeres, en cambio sufren muchas más patologías que conducen a una mala salud y merman la calidad de vida como el dolor lumbar, la depresión y la ansiedad que se ensañan especialmente con ellas. Los autores de este artículo alertan de que estas divergencias en resultados en salud entre hombres y mujeres implican “necesidades de salud diversas” y enfatizan la “necesidad urgente” de políticas de salud basadas en la edad y en el sexo.
En el mundo, la esperanza de vida de las mujeres al nacer es de 74 años y la de los hombres, 69 en promedio. Tanto el sexo, que determina los factores biológicos asociados a los cromosomas sexuales y a la anatomía reproductiva, como el género, que apela a un constructo social que se relaciona con los roles y comportamientos socialmente atribuidos a hombres y mujeres y personas de género diverso, moldean la salud y la comunidad científica, más allá de las cifras gruesas de mortalidad, intenta explorar las diferencias en el impacto en salud.
La mayoría de las enfermedades que afectaron desproporcionadamente a mujeres u hombres, como los trastornos depresivos, los trastornos de ansiedad y las lesiones en la carretera, comienzan a diferenciarse en la adolescencia. Las investigaciones existentes sugirieron que este período coincide con una edad crucial en la que las normas y actitudes de género se intensifican y la pubertad remodela las autopercepciones, dijeron los autores.
Los investigadores recurrieron a los datos del Estudio Global de Carga de Enfermedad de 2021 (GBD, por sus siglas en inglés), que cuantifica la pérdida de salud por más de 300 enfermedades en unos 200 países de forma periódica. En este caso concreto, se centraron en una veintena de patologías, las 20 que generan más pérdida de salud en individuos mayores de 10 años de edad. Por ejemplo, infartos, ictus, cáncer de pulmón, cirrosis, dolor de espalda, depresión y ansiedad, tuberculosis, lesiones por accidentes en carretera, alzhéimer, diabetes o VIH, entre otras. Para calibrar el impacto en la salud de estas dolencias, los investigadores emplearon los años de vida ajustados por discapacidad, un indicador que mide todo ese tiempo de vida sana y plena perdida debido a la enfermedad, la mala salud asociada a ella o la muerte prematura.
Los hallazgos de la investigación revelaron diferencias sustanciales en la salud global entre mujeres y hombres, entre 1990 y 2021, resumió el estudio.
Las tasas de años de vida sana perdidos debido a la enfermedad fueron más elevadas en los hombres en 13 de las 20 patologías analizadas como el Covid o la cardiopatía isquémica, afectó mucho más a ellos que a ellas. Las siete dolencias más altas en mujeres fueron el dolor lumbar, la depresión, las cefaleas, la ansiedad, los trastornos musculo esqueléticos, la demencia y el VIH.
Las enfermedades no transmisibles que afectan con mayor frecuencia a las mujeres siguen sin tener prioridad en la financiación de la investigación, en la literatura científica y en la planificación de los sistemas de salud, expusieron los autores.
@LMontagnerG
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