Máscaras escribe Jesús Olmos
Desde el arranque del Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, han pasado alrededor de 2 mil 500 días y unas 365 semanas en la que se habrán instalado una cantidad similar de distintas dictaduras y formas de Gobierno autoritarias, de acuerdo con los más sesudos analistas de nuestro país.
Los lunes de cada semana, en los últimos 6 años, 9 meses y 25 días, desde la toma de protesta del tabasqueño, mexicanas y mexicanos despertamos con un hilachero de columnas, comentarios editoriales y periodísticos en los grandes medios y cadenas televisivas (muchos de ellos de los grandes perdedores en materia de publicidad gubernamental), que nos alertan por los peligros de un Gobierno cuya popularidad no pareció debilitarse en el primer sexenio, sino que tomó nuevos bríos durante el 2024.
El apunte no aguanta el más elemental de los argumentos, México no es perfecto, es cierto, se vive una profunda crisis de inseguridad multifactorial y heredada por décadas, pero el clima de libertades en materia política es pleno.
Por la mañana, el concentrado de las respuestas a las columnas catastrofistas, presenta a un sector realmente molesto con la realidad generada a partir de la irrupción del morenismo en el poder. Los calificativos son estruendosos, altisonantes, cargados de odio y en cierta medida de discriminación, racismo, clasismo y otras tantas “bellezas”, pero no eso se censura, se permite y al no frenarlo, hasta parece que se alienta.
La política en México es tan libre, que se permiten shows aberrantes en el Senado, revestidos de un supuesto discurso opositor, inclusive por encima de las normas que rigen los debates parlamentarios.
Apenas ayer un tristemente célebre conductor de noticias y un payaso que lo acompaña, emprendieron un “viaje” hacia tierras lejanas para “exhibir” que México ha dejado de ser una República producto de “la farsa electoral, la militarización y el embate censurador”. Luego de entrevistar a otro tristemente célebre historiador, tratan de incidir en su burbuja señalando que estamos ante la primera República destruida de la historia.
Este mismo historiador, ha publicado una vez, cada tres o cuatro meses, en los últimos 7 años que el país se encuentra a un paso de la crisis, de la deshonra, de la desdicha, del abismo, de la falta de cordura, de la muerte de la democracia, de la mayor regresión histórica, de la monarquía absolutista, de la debacle moral y política, de la ausencia total del estado de derecho, del facismo, del nazismo, del y otro sin fin de adjetivos que le ponen a una realidad que una gigantesca y abrumadora mayoría no percibe en sus acciones cotidianas y en su día a día.
Otros especialistas, a los que estos grandes medios no les dan el reflector, por supuesto que han profundizado en que todos los llamados al apocalipsis carecen no solo de ese lazo que los ate a la realidad, sino de una base científica o histórica que los redima.
Repito, no estamos ante un México perfecto ni que se viva un cambio drástico en mejoras para la sociedad en general, son pequeños pincelazos de cambio los que se han podido alcanzar a un ritmo estrepitosamente lento, pero el extremismo de la oposición raya en el ridículo y los aleja de visibilizarse como una opción viable.
Antes de seguir cavando su propia debacle, cada vez mayor en sus participaciones electorales, deberán cambiar el rumbo de su propuesta.
Uno de estos líderes, el mandamás del partido azul ha dicho que han hecho todo lo necesario para colocarse en la preferencia de la gente y nada les funciona, e incluso dijo que solo les faltaba llegar a la violencia. Antes de que todo eso suceda, mejor deberían analizar lo alejados que están del piso, dejar de escuchar al comunicador, al historiador y a su payaso, y lanzar una propuesta decente para el país.
El único rasgo que se vive actualmente de una republica indispuesta es la ausencia total de oposición, por lo menos de aquella punzante, inteligente, responsable y sobre todo honorable, que no recurra a la comparación fácil y el show como herramienta para llamar la atención.
@Olmosarcos_