El “Rasputin” panista volvió a la carga

El “Rasputin” panista volvió a la carga
Fernando Maldonado
Parabólica

Parabolica.MX escribe Fernando Maldonado

El ex diputado panista Eduardo Alcántara, sancionado por resunta violencia política de género volvió a reprender a quienes hasta hace cinco días habían sido sus correligionarios, compañeros de viaje y aliados en tiempos de campaña. Lo hizo como suele ser, con un estilo propio que exsuda ironía y sarcasmo en un texto que por la oportunidad y momento, se reproduce:

“Carta a mis amigos de la oposición que se quejan de la Comisión Presidencial Electoral

La reforma llegó. La oposición está ausente.

Desde la Presidencia de la República se ha anunciado la conformación de una comisión para elaborar una propuesta de reforma electoral. Como cada sexenio. Como cada gobierno. Como cada vez que a alguien le dan las llaves del poder y quiere moverle a las reglas del juego. No hay sorpresa. La reforma electoral es una discusión de fondo: quién puede llegar al poder, cómo se representa la voluntad popular, qué hacen (o no hacen) los partidos y cómo se organiza el voto.

Pero lo verdaderamente trágico no es la reforma. Lo trágico es la reacción de la oposición, esa criatura cada vez más mitológica.

¡Ah, la oposición!

Llorando porque “no la invitaron”, porque “no fueron tomados en cuenta”, porque “la comisión no es plural”, como si la  presidenta de la República tuviera la obligación de tocarles la puerta y decirles:

—“Hola, ¿quieren venir a merendar galletitas y opinar sobre la reforma electoral?”—

¿Qué esperaban? ¿Un brunch con Claudia? ¿Un foro con café orgánico y letras doradas que dijera “Bienvenidos opositores”?

Por favor.

El Ejecutivo tiene derecho a presentar una iniciativa. La comisión es suya.

El problema no es ese. El problema es que la oposición ni siquiera intenta dar la pelea en el Congreso, ni en el debate público, ni en el diseño técnico, ni en nada.

El PAN nacional —porque del PAN poblano ni eco hay— no dice ni pío. Están tan ocupados cuidando su pellejo partidista, que la democracia les queda lejana, casi exótica.

Y cuando se asoman, no es para debatir, es para llorar.

Se siente excluido, pero nunca se inscribe.

Exige tribuna, pero no redacta ni un maldito párrafo.

Atrás quedaron los días en que un Carlos Castillo Peraza perdía todas las votaciones, pero ganaba todos los debates”.

Y cuando, por algún milagro político, logran decir algo, la señal es tan baja, tan confusa, tan débil… que no se les entiende nada. Porque, seamos claros, la oposición de hoy es como el Wi-Fi de cafetería:

te dicen que está abierta,

te pasan la clave,

pero al intentar conectarte…

no carga ni el WhatsApp.

Y si por alguna razón carga,

no puedes ni mandar un archivo sin que se caiga la conexión.

Presumen estar, pero no sirven. Como si no existieran.

Y lo mismo aplica para algunos exconsejeros, analistas de protesta automática y opinadores de nostalgia dorada, que ahora patalean porque no fueron convocados. Pues claro que no. Nadie está obligado a darles palco preferencial”

“Porque hoy la reforma electoral no se disputa en los lamentos, se disputa en  el Congreso, en las calles, en la narrativa pública y en el contraste de visiones.

Y ahí, la única manera de ser oposición es proponiendo.

Punto”

“Porque sin propuesta, no hay contraste.

Y sin contraste, no hay disputa.

Y sin disputa, no hay democracia.

Solo un loop eterno de excusas, memes y derrotas”.

 

@FerMaldonadoMX