El martes negro de Lalo 

El martes negro de Lalo 
Fernando Maldonado
Eduardo Rivera Parabólica

Parabolica.MX escribe Fernando Maldonado

La cuesta de enero está costando particularmente mayores dificultades al grupo político del ex presidente municipal Eduardo Rivera Pérez. En efecto, el arranque de 2025 terminó por colocar en una incómoda exposición a quien contendió por la gubernatura, sin posibilidades en junio de 2024.

Con los años que tiene recorridos en las esferas partidarias, administración pública y legislativa, el jefe de ese grupo panista terminará por entender que en la función pública el año más difícil para quien ejerce el poder es el cuarto de un periodo trianual.

La explicación es simple: ya sin los cancerberos a sueldo y sin las llaves de los claustros, los cadáveres suelen salir de los escondrijos, hediondos y corrompidos por el moho, la oscuridad y la falta de oxigenación. Cada fin de periodo gubernamental termina por suceder, a menos que el grupo en el poder haya hecho la tarea de blindaje.    

La probabilidad de la existencia de una lista de 320 aviadores que significó una sangría mensual para el erario en el gobierno de la ciudad por 6 millones 400 mil pesos, como lo escribió el periodista Arturo Luna en la columna Garganta Profunda no hace sino confirmar que la del panista fue una gestión municipal indecorosa en el uso del dinero público.

No solo se ha desmontado el discurso de la ciudad de 10, sino, además, que en los tres años -que incluyen el periodo en que estuvo al frente de la comuna a Adán Domínguez, gerente de la ciudad mientras su jefe político hacía campaña- fue el del exceso, el dispendio y la omisión.

El desastre con el que el gobierno municipal en turno se encontró a su llegada involucró calles y hasta avenidas en condiciones de abandono, plagadas de baches y desperfectos propios de una capital de cuarta, no de diez como aseguraba la narrativa del edil panista.

La inseguridad para transeúntes, habitantes y propietarios de automotores, víctimas de la criminalidad que llegó al desafío de arrojar desechos humanos en plena capital; además de un clima de persecución propio de los tiempos del priismo rancio de la década de los ‘70 cuando decidió catear y perseguir a la juventud por el solo hecho de serlo.

La diatriba que el panismo embozado detrás de cuentas en redes sociales terminó por revertirse. Este martes el director de Comunicación del Ayuntamiento de Puebla, Ricardo Gutiérrez Loyola exhibió una mentira más sobre el uso del presupuesto destinado para el combustible del parque vehicular.

El documento elaborado por la Secretaría de Administración y Tecnologías de la Información establece que hasta en el uso de ese capítulo también se gastó de más, hasta por 3 millones de pesos al pasar de 17 a 14 millones de pesos. Otra pinta más al tigre, se dice en el refranero popular.

Como jefe de grupo, Eduardo Rivera deberá recordar este como un martes negro en términos de percepción política. Los réditos que había cosechado al inicio de su gestión en 2021 se agotan, no solo por las evidencias que surgen con el paso del tiempo, sino por una característica propia de su personalidad: no hacer olas.

@FerMaldonadoMX