De cuando el Congreso dotó de legitimidad a víctimas del sistema

De cuando el Congreso dotó de legitimidad a víctimas del sistema
Fernando Maldonado
Parabólica

Parabólica.MX escribe Fernando Maldonado

El Congreso del Estado tuvo un guiño legítimo con la sociedad civil que por diversas razones ha tenido que enfrentar los desafíos más crueles que la vida impone por diversas razones, como la desaparición de una hija, hermano o pariente al designar a los integrantes de la Comisión de Búsqueda de las Personas, de entre un conjunto de activistas de verdad.

No debería ser motivo de algarabía esta designación porque nadie tendría que cargar con la pena de buscar a sus familiares tras años de no haber sido encontrados, pero la nominación para esa tarea desde la experiencia que produce el dolor y el coraje para continuar con la búsqueda puede al menos, ofrecer gestos de empatía con quienes se encuentran en la misma circunstancia.

Este columnista ha construido una relación de cariño con Rocío Limón y Rolando Camargo, los padres de Paulina, la joven de la que hace nueve años nada se sabe luego de haber abordado un auto de alquiler junto con Chema, su pareja, luego de salir de los laboratorios clínicos por la colonia San Manuel para no volver jamás.

La joven de la que nada se sabe estaba embarazada al momento de su desaparición y la búsqueda deficiente de la Fiscalía General del Estado en esa época estuvo a punto de dar como resultado a quien no se le ha podido juzgar por el delito de feminicidio porque el cuerpo de la víctima no apareció.

No fue sino hasta que a historia fue llevada a la primera plana de El Universal en la Ciudad de México que el gobierno del estado volteó a ver el caso y se activaron diversos mecanismos para evitar un escandaloso caso de impunidad.

A Rocío y Rolando los he acompañado en diversos momentos de su tarea, como víctimas de un sistema judicial indolente y deshumanizado, y de la podredumbre de algunos medios que deliberadamente revictimizaron a Paulina cuando publicaron que trabajaba en una casa de citas en el norte del país.

Pero también he sido testigo de la tarea que todos los días realizan sin afanes de lucimiento ni lucro. Ambos han tenido que conocer y perfeccionar protocolos de búsqueda para el hallazgo de víctimas de delitos, además de enfrentar la sordera institucional, ajena al dolor de familias enteras.

Un fin de semana por teléfono contaron la historia de una familia del estado de Morelos que buscaba desesperada a un joven desaparecido en la mixteca poblana. Fue encontrado en la morgue, pero la Fiscalía General del Estado se negaba a entregar los restos por un trámite burocrático que vencieron a base de tocar puertas.

Han convertido su dolor en el motor para defender a otras mujeres de violentadores y depredadores. La causa que los anima los ha llevado a transformar su domicilio familiar en refugio para víctima perseguidas de maridos o parejas sentimentales dispuestos a terminar con sus vidas.

Una muy acalorada tarde decidieron esconder a una mujer mientras el marido, con pistola en mano, deambulaba por los rumbos del domicilio de los padres de Paulina hasta que fue detenido, casi en el momento en que iba a terminar con la vida de quien encontró refugio con este matrimonio. Y así, las historias del activismo sin reflectores frívolos se tejen unas con otras.

Rolando, el padre de la joven ausente junto con Fernando Barrios, María del Carmen Victoria González y Juan Gómez, a quienes el infortunio puso en la misma ruta, tienen en sus manos la Comisión de Búsqueda, un mecanismo ideado a partir de una realidad que escandaliza.

No debió ser fácil tomar la decisión política de llevarlos a esa responsabilidad porque ahora además poseen una vitrina de exposición de mayor dimensión. Toca al estado proveer de lo necesario para la tarea que tiene a cuestas pues Puebla se encuentra en los primeros cinco lugares en desaparición de personas.

 

@FerMAldonadoMX