La editorial escribe Jesús Olmos
Una de las máximas que estipuló el presidente Andrés Manuel López Obrador al presentar un nuevo modelo de gobernanza era quitar del poder a los llamados machuchones.
No les puso nombre, pero los había en las Cámaras, incrustados en el Gobierno, en los Tribunales y también en el ámbito privado, todo aquel con un coto de poder público o político que se sirviera para sí.
En la Cuarta Transformación, ya también los hay, personajes de distintas índoles, ex secretarios de Estado, tribunos que pasaron de la Cámara de Diputados al Senado, o viceversa, pero es innegable que hay morenistas con tanto poder que hasta se han emborrachado.
En su informe del domingo, la presidenta parece haberles dado una lección a todos ellos, enviándolos a la segunda línea, por detrás incluso de los liderazgos de la oposición e hizo recordar otras de las frases favoritas del lopezobradorismo: “Tengan para que aprendan”.
@Olmosarcos_