La editorial escribe Jesús Olmos
Fue Christopher Landau, uno de esos embajadores de los Estados Unidos que intentó mimetizarse con la cultura mexicana, durante su estancia en el país.
Por igual probó los Chiles en Nogada de Puebla que se hizo adicto a una famosa taquería en la Ciudad de México, comió elotes preparados, escamoles en Tlaxcala y tlayudas oaxaqueñas como parte de sus recorridos por el México.
Pero, el romance se acabó. Landau se ha convertido en uno de los brazos más visibles de la política migratoria de Donald Trump, e incluso ha intentado autocolocarse como el “Batman” del Gobierno trumpista.
Así que, la “amistosa” postura de quien fuera enlace del primer mandato trumpista en el territorio nacional, se volvió beligerante en concordancia con las posturas con tintes dictatoriales, cambiantes, esquizofrénicas y profudamente racistas de quien encabeza aquella nación.
@Olmosarcos_